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Prueba al Peugeot 107 1.4 HDi: Un lobito con piel de oveja

<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt"><SPAN style="FONT-SIZE: 8pt; FONT-FAMILY: Verdana">Su brillante motorización es su mayor fortaleza <?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" /><o:p></o:p></SPAN>

Prueba al Peugeot 107 1.4 HDi: Un lobito con piel de oveja

 

El Peugeot 107 es uno de esos automóviles que basta mirarlo una sola vez para que se quede grabado en nuestra memoria. La correcta combinación entre estilo moderno y funcional generó un atractivo vehículo compacto que en la ciudad se mueve con la seguridad de los que se saben superiores.

 

Siguiendo las leyes de la aerodinámica el 107 presenta un capó corto que destaca por el excelente trabajo estilístico desarrollado en favor de sus faros delanteros. El segundo volumen se caracteriza, por la total ausencia de ángulos. Esta característica hace que el 107 se muestre juvenil y original.

 

El 107 está dotado de ventanas de tamaño compacto, pero con un parabrisas de dimensiones bastante generosas. Los pilares delanteros, que interconectan el techo con la estructura, presentan una notable diferencia de arquitectura con respecto a los posteriores.

 

En la zona frontal, la elevación es apreciable, pero atrás se optó por una solución más que funcional, al incorporar una ventana que utilizando un sistema tipo compás, permite solucionar el problema de apertura de las ventanas traseras en el limitado espacio de las puertas.

 

Visualmente, el techo parece experimentar un notorio descenso al llegar a la luneta. El diseño posterior es tan vanguardista como el resto del vehículo. La luneta, sin bordes metálicos, se abre en un formato que recuerda modelos como el histórico Suzuki Fronte.

El resto de la zona trasera se ajusta a la perfección a ambos juegos de luces, cuya posición horizontal sólo se interrumpe por el canto del metal.

 

Para las dimensiones del vehículo, el habitáculo se presenta para los pasajeros delanteros notablemente ancho y bien dotado de volumetría. Esta cualidad permite transmitir al conductor la sensación de estar al volante de un modelo mucho mayor, con un dominio visual extraordinario. A esto ayuda notablemente el tamaño de las puertas y diseño de los asientos delanteros, con los apoya cabezas integrados en una única pieza.

 

En la zona trasera, la situación es absolutamente distinta; los altos respaldos delanteros, la limitada altura de las ventanas y el restringido espacio para piernas lo hace atractivo sólo para dos pasajeros de tamaño medio.

 

A nuestro juicio, uno de los puntos negativos es el escaso ángulo de apertura de las puertas traseras. Por otra parte, una buena solución para mejorar la limitada capacidad de carga de la maletera es la división 50/50 de los respaldos y la flexibilidad de la base para los asientos traseros.


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