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Mazda CX-3 2016: A prueba

Manejamos el SUV light de la marca japonesa ¿Será la mejor opción del segmento? ¿Podrá ganarle en ventas a la exitosa Honda HR-V?

Mazda CX-3 2016: A prueba

Antecedentes

El segmento de los SUV ligeros es probablemente el de mayor crecimiento alrededor del mundo y las marcas automotrices por supuesto que no quieren quedarse atrás y así robar una porción de este apetitoso pastel.

La base de este tipo de vehículos es el tener un vehículo con posición de manejo elevada, espacio para la familia, proporciones reducidas y un consumo de combustible no tan elevado como en otros SUVs. Por sorprendente que parezca, éstos utilizan la plataforma de autos subcompactos como el Honda Fit en caso de la HR-V, del Renault Sandero en el caso de la Duster, del Chevrolet Sonic en el caso de Tracker y del Mazda2 en el de la CX-3 que analizaremos en las siguientes líneas.

El Mazda CX-3 se presentó hace poco más de un año en el Salón de Los Angeles 2014 como un hermano más pequeño de la CX-5 de diseño muy atrevido y con líneas del lenguaje Kodo, ya conocido en los demás modelos de la marca japonesa. Cuenta con una parrilla vertical muy grande, un cofre alargado y elementos muy atractivos como el poste C en color negro que hace que visualmente se junten el medallón y las ventanas traseras. En general, luce como un SUV pequeño pero con cierto toque deportivo.

Características técnicas y mecánicas

Si bien la CX-3 está basada en el Mazda2, mecánicamente comparte sus componentes con el Mazda3. El motor es el cuatro cilindros 2.0L naturalmente aspirado y con tecnología SKYACTIV que produce 148 Hp y 141 NM, acoplado a la transmisión SKYACTIV-Drive automática de seis relaciones que manda todo el poder al eje delantero.

Gracias a la ligera construcción y a toda la tecnología vertida en el tren motríz, la marca asegura un rendimiento de 17,5 Kilómetros por litro en un manejo combinado entre carretera y ciudad. La realidad es que sí es bastante ahorrador pero no a estos niveles pues a nosotros nos entregó 14.3 Km/l en las mismas condiciones.

Confort

Puertas adentro, encontramos que la CX-3 está completamente basado en el pequeño Mazda2 con elementos interesantes como las salidas del aire acondicionado asimétricas, la pantalla del sistema de info-entretenimiento empotrada al centro del tablero, panel de instrumentos dividido en tres con el tacómetro en la parte central y volante de tres brazos con controles de audio y control de velocidad curcero. Esto también significa que cuenta con los materiales y plásticos de buena calidad que tanto nos gustaron cuando probamos el pequeño hatchback hace ya varios meses, además de una construcción robusta que sin duda eleva la sensación de calidad de todo el conjunto.

En materia de equipamiento, encontramos el sistema de info-entretenimiento Mazda Connect que consta de una pantalla de siete pulgadas sensible al tacto al centro del tablero pero que también se puede controlar mediante la perilla en la consola central estilo iDrive de BMW. Aquí podemos interactuar con el sistema de audio de seis parlantes con entradas de AM, FM, FM HD, CD, auxiliar y USB con compatibilidad para iPod, la conexión Bluetooth para el teléfono y dispositivos de audio e inclusive algunas configuraciones del vehículo.

Adicionalmente encontramos aire acondicionado automático de perillas –como en la mazda3-, Head–up Display que nos muestra la velocidad a la que viajamos de forma digital en una pequeña proyección a la altura del parabrisas, controles de audio en el volante, control de velocidad crucero y comandos de voz.

Probablemente lo único que encontramos molesto del equipamiento/interior es la llave de presencia a medias y que hemos mencionado en otros modelos de la marca pues para encender el motor no es necesario sacar la llave del bolsillo, simplemente portarla dentro del habitáculo. Lo complicado es cuando queremos abrir o cerrar los seguros pues para realizar esta tarea sí es necesario buscar la llave –de donde sea que la cargues- y apretar el botón para abrir o cerrar los seguros y finalmente volverla a guardar.

El espacio para los que viajan atrás es suficiente como para acomodar a dos adultos y un niño sin problema, en parte gracias a los respaldos de los asientos delanteros que son muy delgados, ahorrando así espacio del pequeño vehículo.

Donde se notan las reducidas dimensiones de la CX-3 es en la maletera pues ésta tiene poca profundidad y por la caída del toldo pronunciada,  se llega a perder un poco más de espacio. De todas formas, ofrece 240 litros de capacidad que se pueden ampliar hasta 1.150 litros al abatir los asientos traseros.

 

Manejo

Si bien la respuesta del motor no es explosiva y a veces se llega a sentir un poco lenta, al oprimir el botón de Sport la cosa cambia pues se llega a sentir hasta un poco deportiva y más ligera. De esta forma tienes muy buen consumo de combustible en modo normal y cuando lo requieres, obtienes muy buena respuesta con sólo activar el modo deportivo.

Algo que debemos mencionar es esta puesta a punto que caracteriza a los productos de Mazda pues el manejo resulta siempre divertido aunque no se tenga mucha potencia como para volverse loco. Tanto la dirección –que por cierto es eléctricamente asistida- como la suspensión y frenos ofrecen muy buena retroalimentación e invitan a manejar y disfrutar de unas buenas curvas de vez en cuando.

La calidad de marcha es muy buena, creemos que está bien balanceada entre comodidad y manejo deportivo, sólo cuando el motor sube mucho de revoluciones es que se llega a escuchar mucho ruido proveniente del mismo, pero son unos segundos y en pocas ocasiones.

Algo que creemos puede desalentar a algunos clientes es la posición de manejo que está más cercana a la de un auto y no a la de una camioneta o SUV. Para mí no es ningún problema, de hecho es algo que me gusta, pero sin duda algo que buscan los clientes de este segmento es que la posición de manejo sea más elevada.

 

Conclusión

El Mazda CX-3 es un muy buen producto, con elementos que la hacen muy interesante como el diseño, el interior y equipamiento en seguridad que la ponen por encima de su archirrival, la Honda HR-V que por ahora únicamente ofrece dos bolsas de aire frontales. Tracker, la verdad es que está muy bien pero se ha empezado a quedar atrás respecto a estas dos que son de lanzamiento más reciente.

Si no te importa lo de la posición de manejo baja, la CX-3 cumplirá muy bien con tus expectativas. La gran pregunta es ¿HR-V o CX-3? Esperamos poder tener pronto la comparativa con más cifras pero por ahora, en lo personal me quedo con la Mazda.

 

 

2016 Mazda CX-3

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