Vende tu auto
Novedades

El otro concurso de Pebble Beach

Concours d'LeMons se llama este evento que agrupa a lo peor de lo peor de la industria automotora. Un centenar de autos olvidados por la gente se presentan ante un público más que fiel.

El otro concurso de Pebble Beach

Le Mons lleva ya algunos años burlándose del elitismo que depara la Semana del Automóvil de Monterey, donde los precios son absurdos... salvo para los miles de adinerados fanáticos de los autos que se congregan cada año en la costa central de California.

Sólo para hacerse una idea, los tres días en Laguna Seca para ver las carreras de clásicos cuesta desde 160 dólares, para el Concurso de Elegancia de Pebble Beach hay que desembolsar otros 375 dólares, y para entrar a cualquier subasta hay que dejarse entre 150 y 300 dólares.

Pero también hay muchas cosas gratis en Monterey, partiendo por la verdadera exhibición de autos en la calle, súper deportivos de colección, joyas de épocas pasadas, modelos ultra lujosos y aquellos ejemplares únicos que uno piensa que nunca va a ver, y se los encuentra acá estacionados en cualquier parte.

Y está Le Mons y su Concurso, que no es de elegancia. Se realiza cada año en el centro de Seaside, a pocos kilómetros de Monterey y según su propia definición, agrupa a "lo peor de la industria del automóvil", que compiten por premios bizarros.

Hasta las categorías tienen sus nombres sobresalientes. "Cinturón de óxido para basuras americanas", "Triste Bretaña" (para autos británicos), "Ganado galo" (autos franceses), "Italiano complicando de inmediato", "El autocomplaciente auto salchicha" (autos alemanes), "Aparato japonés que chupa el alma", "Albóndigas suecas" y "Pacto de Varsovia" (para autos de los países socialistas antes de 1990).

Hay también categorías especiales, por ejemplo, los "Terribles 2", dedicados a las segundas generaciones de Mustang y Camaro; o el auto más contaminante, cuyo título se entrega al que más humo emana de sus escapes; también hay una categoría para autos rechazados en concursos de elegancia, y están los "Triunfos de la ingeniería", donde caben modelos como el Pinto, el Pacer y el Vega.

Este evento, además, dice cobrar lo que se ofrece, por lo que es gratis. Y a su vez recuerda a la gente que entregan lo que cobran, o sea, nada. Acá es posible ver Peugeot, Citroën y Renault todos juntos, algo insólito en EE.UU. También anida algún Yugo y un Lada, una rareza considerando su origen. Hay un bus de dos pisos británico y un MG chocado que anda con el radiador colgando. Incluso hay un "zombi killer", un autos preparado para afrontar el fin del mundo.

Sin duda, un concurso que vale la pena ver en vivo.

 

Marcelo Palomino recomienda