Tan sólo es necesario ver el perfil para visualizar que el diseño que deslumbró en el Challenger del siglo pasado continúa en el nuevo SRT8 con un aumento lógico de tamaño y de seguridad.
La tecnología HEMI del propulsor V8 ha cambiado a lo largo de los años, a pesar de que esencialmente contribuya con prácticamente igual potencia. Con sus 425 Cv y sus más de 500 Nm de par, el motor de 6.1 litros ofrece según Dodge una salida al Challenger de menos de 5 segundos hasta los 100 km/h que se extendería hasta los 17 segundos para alcanzar los 160 km/h.
Son buenas cifras que incluso serían mejorables si se incluyera un cambio manual en lugar de la transmisión automática AutoStick de 5 relaciones con antibloqueo. También aseguran que el sistema de frenos ha sido muy cuidado, ofreciendo una distancia de frenada desde los 100 km/h de 33.52 metros.
Estos resultados se generan debido a la combinación de su rebajado centro de gravedad, su sistema antibloqueo de frenos y en el control de estabilidad electrónico ESP.
Las fotos del interior confirman que el Challenger no está pensado para utilizarse únicamente como deportivo (exceptuando el gasto de combustible oficial que aún no se ha publicado). Los espacios circulares y rectangulares de la zona delantera central así lo demuestran.
La línea del tablero de instrumento es bastante recta, con una consola central integrada y una cubierta de la consola del conductor poco sobresaliente. La utilización de cromados es discreta, únicamente en la parte de la palanca de cambios, en el volante y en las manillas de las puertas.
En su edición 2008, el Challenger tendrá una producción limitada a sólo 6.400 unidades, las cuales tendrán una placa numerada en el tablero. El vehículo estará disponible en Estados Unidos durante el segundo trimestre del año, a un precio sugerido de 37.995 dólares, poco más de $18 millones chilenos.
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