La actual gama Rolls Royce está compuesta sólo por dos modelos, el Phantom (sedán) y el Phantom Drophead (descapotable), ambos realizados sobre la misma base y compartiendo tecnología y diseño.
A partir de mediados del 2008 se les unirá la versión coupé, que tiene prevista su presentación oficial en marzo, durante el transcurso del Salón Internacional de Ginebra.
Aunque se trata de un modelo nuevo, su imagen y concepto no nos sorprende, puesto que resulta idéntico al prototipo que presentaron el pasado año bajo denominación 101EX.
Emplea el mismo bastidor que el resto de los Phantom, pero con una calibración orientada al conductor, en lugar de a los pasajeros, como ocurre en el sedán. Su distancia entre ejes es 250 mm más corta, su amortiguación más firme y lleva una barra estabilizadora trasera más gruesa.
Así, su carácter es más dinámico, pero siempre sin dejar de lado el lujo, la exclusividad y el confort característicos de Rolls Royce. Mantiene por tanto el bastidor de aluminio, con carrocería coupé de dos puertas. Estas se abren al contrario, es decir, con la bisagra atrás, con el fin de facilitar la entrada a las dos plazas traseras.
Su imponente tamaño, en el que destaca el enorme radiador delantero, con sólo dos puertas, hace de este modelo un exclusivo vehículo que, sin duda, no dejará de llamar la atención.
Destaca el pilar delantero que se ha dejado en aluminio pulido, como en la versión descapotable Drophead. El particular diseño de sus faros delanteros con tecnología Led, imprime aun más exclusividad. Emplea llantas de 21 pulgadas, que lo diferencian de la carrocería de cuatro, y denotan sus intenciones más dinámicas.
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