Desde su debut, el Citroën C4 se destacó por exhibir un atractivo diseño exterior e interior, un voluminoso habitáculo y finos detalles; a lo anterior se agregan características mecánicas de último orden.
Ahora nos llega la versión sedán ensamblada en Argentina y exportada a Europa, donde lo primero que llaman la atención son la marcada presencia de líneas redondeadas en los cuatro costados, y su impresionante largo de carrocería.
Si bien esta carrocería sedán puede ser interpretada como una pérdida de jovialidad frente a la versión hatchback y coupé, es sin duda mucho más elegante.
El primer segmento de la carrocería es idéntica al C4 bicuerpo y se caracteriza por una línea aerodinámica con muchos ángulos trabajados sobre el capot, mascarilla, faros y toma de aire del parachoques, que en este caso es totalmente negra.
Los faros exhiben una forma geométrica rectangular, levemente suavizada en el extremo superior externo. El parachoques cuenta con una arquitectura realmente bien definida; el cuerpo es protuberante y su aspecto reforzado es obra de un pliegue lineal, para fundirse en el punto de encuentro con los pasos de rueda. Todo el borde inferior está cubierto por la moldura negra (frontal, lateral y trasera).
El segundo volumen se presenta ensanchado, con buena altura del techo y provisto de una gran cantidad de vidrio. Con esta inteligente forma de resolver la configuración arquitectónica del C4 Sedán, además de producir un aspecto suave, se obtuvieron importantes resultados en los que a volumetría y funcionalidad se refiere: el gran tamaño de las puertas es un gran aporte a la comodidad.
La zona posterior tiene un aspecto absolutamente original. Los faros de posición de atractivo diseño se han ubicado en posición longitudinal e ingresan por los costados de la maletera, lo que permite que sean fácilmente visualizadas por los demás conductores; llamativa es la barra metálica en el borde inferior del baúl y el contorno blanco de los faros.
En el interior se observa un ejercicio estético moderno y delicadamente racional. El panel de instrumentos presenta una arquitectura lineal y futurista, casi idéntica al resto de la gama.
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