Mercedes-Benz sorprende al mundo al anunciar para el 2010 la producción en serie del primer auto con pila de combustible. Se trata del nuevo Clase B F-CELL, un modelo ágil y ecológico que desarrolla una potencia de 136 Hp con un nivel de emanación de combustible igual a cero.
Desde sus inicios, el objetivo de Mercedes-Benz ha sido asegurar la movilidad a largo plazo. En este sentido, el fabricante alemán ve un gran potencial en la propulsión por pila de combustible, especialmente en lugares con una densidad de población muy elevada.
Para explicarlo de una forma sencilla: en una pila de combustible, el hidrógeno reacciona químicamente con el oxígeno y se transforma directamente en energía eléctrica, que a su vez propulsa un motor eléctrico.
Los únicos subproductos resultantes son vapor de agua y calor, es decir, no se genera ningún tipo de sustancia nociva (tampoco dióxido de carbono, gas de efecto invernadero).
El oxígeno puede obtenerse de muchas maneras, también por medio de un proceso regenerativo que no produce CO2 adicional y es, por tanto, inocuo para el medio ambiente. Según los expertos, el hidrógeno es el combustible con mayor potencial de futuro.
Mercedes-Benz empezó a trabajar en el campo de la tecnología de pilas de combustible en 1994, y desde entonces ha incrementado de forma continua el rendimiento de este sistema de propulsión. Es el fabricante con el parque móvil de pila de combustible más importante del mundo, al contar con una flota de más de cien vehículos y alrededor de cuatro millones de kilómetros recorridos.
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