Para tener en mente un auto que se maneje solo podemos recordar una película de ciencia ficción de hace unos años basada en los libros de Isaac Asimov, Yo, Robot. En la cinta, el héroe en turno circula en un Audi (que coincidencia ¿no?) el cual cuenta con rutas programadas y que se sobre entiende que circulan a grandes velocidades pero sin problemas de colisiones ni de estrés al manejar; mientras se puede ir haciendo cualquier otra cosa.
Inicialmente, esto suena cómodo en los días de tráfico alto, pero al igual que en dicha cinta se podría circular a mayores velocidades sin tener problemas con los errores humanos y esperando que no se nos caiga el sistema. Dentro de los resultados a corto plazo de este tipo de investigaciones se pueden obtener resultados para los sistemas de cámaras y asistencias de manejo.
La inteligencia artificial puede ser una gran ayuda cuando las fallas humanas aparecen, como lo es el cansancio, distracciones y por supuesto drogas y alcohol. Por ello Volkswagen Group Automotive Innovation Laboratory de California, en conjunto con la Universidad de Stanford y Sun Microsystems han desarrollado el Audi Autonomous TTS, el cual ya se encuentra en desarrollo como objeto de estudio, aunque dista mucho de una unidad de serie.
Las funciones del auto se controlan automáticamente por el software del auto y cuenta con sus “ojos” en el techo del Audi TT. Esto le permite evaluar el entorno, controlando el acelerador, frenos, dirección, caja de cambios, y por si fuera poco, el freno de mano; aunque no creemos que tenga la capacidad de “driftear”.
Este auto no es nuevo y ha participado en diversas competencias enfocadas a la tecnología, pero en el presente la marca busca presumir su nueva estética que lo separa de sus hermanos de serie.