Normalmente cuando abordamos nuestro vehículo y nos movemos con el día a día, pocas veces tomamos en cuenta darle una inspección rápida a nuestro motor y nos confiamos a que lo revisen cuando le toca su servicio obligado.
No obstante esperar hasta el último momento puede traer consecuencias graves, que afectarán a nuestro vehículo y por consiguiente al bolsillo.
Una revisión muy común y sencilla que nos puede ahorrar muchos problemas en nuestro auto, es la inspección de los diversos líquidos, los cuales son necesarios para el correcto funcionamiento de la dirección, el motor, frenos entre otros.
Es importante aclarar que no se necesita ser un experto mecánico para revisar los líquidos de tu auto, lo puedes hacer por cuenta propia y debes realizarlo con el motor apagado y en frío para evitar cualquier accidente o contratiempo.
Los líquidos que debes inspeccionar se ubican en el motor y son:
- El aceite. Es el elemento vital para nuestro motor, debe estar en el nivel adecuado para que otorgue una buena lubricación. La medida correcta debe estar entre las líneas full y low. Nunca debes sobrellenarlo o tenerlo al mínimo. Si tienes que agregar aceite usa del mismo tipo que le pusiste en el último cambio.
- Refrigerante. Este líquido evita que tu motor se caliente manteniéndolo a una temperatura apropiada para su operación. Generalmente se encuentra en un recipiente blanco, el cual tiene un par de marcas que señalan si está al nivel o está bajo. Normalmente debes prepararlo con una mezcla 50% agua y 50% refrigerante; no obstante puede que encuentres uno listo para aplicarse o con otro tipo de porcentaje de combinación.
- Dirección. Este líquido aplica únicamente en unidades con dirección hidráulica o asistida, por lo que si tu auto tiene dirección mecánica has caso omiso de este punto. El recipiente es color blanco también y te indica si le hace falta o no.
- Frenos. El correcto funcionamiento de los frenos es esencial para tu seguridad y los ocupantes. Si el nivel de líquido se encuentra bajo, los frenos no trabajarán apropiadamente. Existen diversos tipos por lo que debes usar el que venga marcado en la tapa del recipiente o en tu manual de usuario. No le pongas cualquiera sino estás bien seguro cuál es apropiado para tu unidad.
- Lava Parabrisas. Quizá el menos necesario pero no deja de ser importante es el líquido del parabrisas. El polvo o la lluvia hacen que éste se ensucie por lo que es frecuente usar los limpiadores en conjunto con el líquido para remover todas las impurezas y tener buena visibilidad. Existen opciones en el mercado que sirven para época de invierno –los cuales contienen alcohol- o para el verano para remover insectos o mugre.