En 2013 se produjeron en Chile más de 73 mil accidentes de tránsito, en los cuales fallecieron 1.623 personas y resultaron heridas casi 60 mil. Respecto de 2012, esto implica un alza de 19% en accidentes, de 6,5% en víctimas fatales y de 11,8% en lesionados.
Lo anterior implica un desafío enorme para la tecnología de seguridad que se asocia a los vehículos, apuesta a la que la industria está adhiriendo masivamente, con dispositivos activos y pasivos cada vez más extendidos en todos los modelos nuevos, y con innovaciones que pueden salvar vidas. Así lo señala el último estudio “Evolución de los sistemas de seguridad entre 2007 y 2012 en Chile. Análisis de la evolución del equipamiento de seguridad de serie en turismos”, que presentó hoy Fundación MAPFRE.
El informe analiza los elementos de seguridad de serie en los modelos más vendidos en Chile en los últimos seis años y estudia de modo individual el equipamiento de un total de 16 sistemas de seguridad instalados de serie en 11 segmentos diferentes. De este modo, el estudio cubre casi el 100% de todos los vehículos vendidos de cada segmento en Chile en el periodo señalado.
La presentación estuvo a cargo del Director del Área de Seguridad Vial de Fundación MAPFRE, Julio Laria, para quien “la apuesta por la seguridad es un elemento distintivo que, a largo plazo, acabará ofreciendo un retorno positivo a quienes la consideren”.
Conclusiones del Estudio
La evolución de los sistemas de seguridad activa y pasiva en los vehículos es, sin duda, uno de los principales factores que influyen en la disminución de víctimas en siniestros de tránsito.
Del informe se desprende que en los últimos años se ha alcanzado una notable presencia de algunos de los elementos de seguridad más importantes, que, en ocasiones (como los frenos ABS) llegan a superar el 61% del parque automotor.
La Distribución Electrónica de Frenado ha crecido en implantación, a lo largo del período estudiado, en un 18%, al igual que el sistema de Servofreno de Emergencia, que sube un 25% desde 2007 a 2012. En cuanto al Control de Tracción y Control de Estabilidad, es equipamiento de serie en 2012 en un 20% y 17% del respectivamente.
Lo que piden los usuarios: ABS, Airbags y anclaje para sillas infantiles
Introducir un elemento de seguridad en un vehículo es el último paso de un largo proceso de pruebas, y estudios, pero es el juicio de los mercados el que, finalmente, dará el veredicto final. La tendencia en alza de elementos como el ABS o los airbags delanteros (conductor y acompañante) dan idea de qué demandan más los clientes.
En cuanto a la seguridad pasiva, los Airbags Delanteros (conductor y acompañante) se mantienen, superando el 50% en estos seis años, llegando a alcanzar el 84% y 69% de implantación respectivamente en 2012. El Airbag de Rodilla apenas ha tenido repercusión a lo largo de los años. El sistema de Anclajes para Sillas Infantiles Isofix, en cambio, es uno de los pocos que está alcanzando una importante penetración en todos los segmentos, observándose que, año tras año, va evolucionando; incluso, en los segmentos Small y Mini, que suelen ser los más reacios a la hora de incorporar nuevos sistemas.
En los sistemas de asistencia al conductor, son las Luces Antiniebla Delanteras los elementos más incorporados, un 67% del parque analizado. A su vez, el Control de Crucero es el segundo sistema en encontrarse de serie. Sin embargo, su representación es escasa ya que no supera el 26% de la muestra de vehículos analizados. Su tendencia al alza se experimenta, año tras año, ya que lo incorporan en más de un 58% en 2012, los segmentos Upper Medium, Executive, Luxury, monovolúmenes Full, SUVs y Sports.
Otros elementos, como el Control de Crucero Adaptativo, no se destacan en ningún segmento. La razón hay que buscarla en dos motivos fundamentales: por un lado, la sustitución entre los más vendidos de algunos de los vehículos que equipaban con el elemento de seguridad (éste u otro) por otros que ya no los equipan; por otra parte, algunos fabricantes –ante la presión de otros que luchan en el mercado por una participación mayor– se ven obligados a eliminar determinado equipamiento para mantener un margen que permita competir en precio con algunas garantías.
La responsabilidad de los conductores
Los conductores seguros no nacen, se hacen. La experiencia se configura como un condicionante fundamental para alcanzar los niveles de aptitud adecuados. Por ello, la tecnología incorporada en los vehículos resulta esencial, no sólo en la etapa de aprendizaje, en la que evita los errores, sino también como ayuda a la conducción.
Fundación MAPFRE recomienda a los conductores que, a la hora de adquirir un vehículo, soliciten información precisa sobre las ventajas y las limitaciones de los dispositivos de seguridad activa y pasiva (ESP, Distribución Electrónica de la Frenada, Activación Automática de las Luces de Emergencia, Cinturones de Seguridad, Pretensores, ISOFIX y Airbags, entre otros), así como elementos de asistencia a la conducción (como el Control de Velocidad Crucero, Sistema de Alarma de Colisión o Aviso de Cambio Involuntario de Carril).
También señala que la información sobre la seguridad de los vehículos tiene que hacerse comprensible para los compradores, por ejemplo simplificándose la infinidad de nombres y siglas (más de 400 en la actualidad) y resumiendo de modo breve y claro los equipamientos con los que cuenta cada vehículo puesto a la venta.
Puede descargar el estudio completo en el enlace presentado a continuación: