De acuerdo a su último informe, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio a conocer el fatídico escenario en el que se encuentran los usuarios de motocicletas. Así, de cada 100 muertes ocasionadas en accidentes de tránsito, un 44,3% corresponden a motociclistas. A esto se suma que los problemas mecánicos están relacionadas con mayor frecuencia a la falla de estos vehículos de dos ruedas.
Ante este escenario, podemos tomar acciones a fin de evitar o reducir lo más posibles las fallas en nuestra moto. Por lo mismo, diariamente debemos tener en cuenta una serie de revisiones antes de subirnos en ella y emprender nuestro viaje, y otras mientras estamos a bordo.
Previo a subirnos a la moto, revisar:
1. Neumáticos: son el único contacto con el suelo, por lo que se debe verificar que los testigos de desgaste se encuentren en los niveles normales. Además, chequear que la presión sea la adecuada para el modelo que estamos usando; por lo general, los niveles de inflado se indican en la misma motocicleta.
2. Líquidos y niveles: que el aceite de motor y frenos estén en los niveles adecuados, según las especificaciones del fabricante, independiente si el modelo tiene refrigeración por líquido.
3. Luces: ver que las delanteras y trasera funcionen a la perfección. Así también, evitar cambios de color y adaptaciones.
4. Freno: comprobar que cada uno de los mecanismos del freno estén en buenas condiciones; chequear que no haya ruidos extraños, vibraciones, ni fugas.
5. Controles: que no existan gritas no daños en cables ni conductos.
6. Carrocería: estar pendiente de que no presente elementos que puedan soltarse y ocasionar un accidente.
7. Suspensión: ver que no haya manchas o sombras de aceite en los amortiguadores, ya que de existir podrían indicar una fuga o daño en algún componente.
Una vez sobre la moto, chequear:
8. Espejos: que estén bien ajustados, ubicados de tal manera que puedas verte el borde externo del brazo u hombro, junto con lo que hay detrás de tí y hacia el costado.
9. Luz delantera y trasera: inspeccionar su correcto funcionamiento e iluminación.
10. Bocina: ver qué esté operando correctamente, pero utilizarla sólo cuando sea necesario.
