Corría el año de 1976 cuando en la ciudad de Valencia (España) vio la luz el Ford Fiesta, vehículo que se ha convertido en todo un icono para la firma americana. El nombre del modelo lo escogió personalmente Henry Ford II, dicen, como un homenaje a la conexión que tendría con España. Se trataba de un hatchback compacto, equipado entonces con un motor de un litro, y enfocado exclusivamente en los mercados europeos.
Sin embargo, su éxito fue inmediato y se abrió la puerta para que su comercialización se ampliara a otros mercados, superándose la cifra de un millón de unidades apenas cuatro años más tarde. Desde entonces, el Fiesta ha sido un suceso mayúsculo para Ford.
En 1981 se lanza la segunda generación, que incluyó el Fiesta XR2, equipado con un motor 1.6 litros. Por seis años consecutivos fue el modelo más vendidos en mercados como el británico y alemán. El Fiesta MkIII apareció en 1989, con motores más eficientes y una inédita carrocería de cinco puertas. Además, se convirtió en el primer compacto con frenos ABS. Un año más tarde aparece el primer Fiesta RS Turbo.
En 1996 aparece el Fiesta MkIV, que como novedad incorporaba doble airbag de serie, mientras que en 2001 se exhibió por primera vez la quinta generación del modelo, ya con una amplia variedad de motores y carrocerías. Las últimas dos generaciones (2007 y 2012) se fabricaron sobre una misma plataforma, con nuevos motores más eficientes y un alcance global como no se había dado hasta entonces.
Hoy, el Fiesta se fabrica en ocho plantas alrededor del mundo y ha superado con holgura las 12 millones de unidades vendidas, siendo el modelo más exitoso de Ford en Europa.
Tras esta introducción demos un recorrido por los 40 años y las siete generaciones del Ford Fiesta.