Hace una década, un visionario multimillonario Elon Musk le dijo al mundo que tenía un plan maestro para su compañía: construir un auto eléctrico de bajo volumen. Y así nació el Tesla Roadster, primer auto de producción masiva en usar baterías de litio 100% eléctrico, y que fue presentado en 2006. Luego, quería invertir el dinero ganado en producir un auto de mediano volumen, que resultó ser el ponderado Model S, al que más tarde se le agregó el SUV Model X, antes de dar el salto a las masas con un vehículo un poco más asequible, el recientemente presentado Model 3.
Por si eso fuera poco, Musk quiso apostar fuerte por la energía solar, tanto para ellos mismos en la producción industrial como para los consumidores. Y esto puede verse reflejado en la oferta hecha por Tesla para adquirir SolarCity, una de las empresas más importantes dedicadas a este mecanismo de obtención de energía, y más que nada con la imponente fábrica de baterías.
Ahora, con estos planes cumplidos o en proceso, era hora de dar un segundo paso. Y en caso de lograr todo lo que anunció, Elon Musk podría convertirse en un personaje muy importante en la historia de la tecnología: ser la marca líder en vehículos autónomos, implementar completamente esta tecnología y hacerla mas segura que nunca, desarrollar vehículos eléctricos y autónomos de gran tamaño (léase camiones y buses para el transporte público), integrar la energía solar en los hogares de las personas, hacer que los vehículos eléctricos sean mayoría en el mercado automotriz, y que los clientes de Tesla ganen dinero compartiendo sus vehículos con otra gente.
Algunas de estas cosas parecen posibles y otras utópicas, pero si nos ponemos a pensar que apenas pasaron diez años desde que Elon Musk y Tesla Motors aparecieron casi de la nada en la industria automotriz mundial, y hoy son referencia en materia de vehículos eléctricos, todo es posible.
Musk declaró que su intención es que Tesla esté presente en una mayor cantidad de segmentos automotrices, entre ellos el de las pick-up. Su idea es lanzar al mercado la primera camioneta 100% eléctrica y hacerle frente nada menos que a la líder del mercado estadounidense, la Ford F-150.
Por otro lado, la meta con los vehículos autónomos es lograr que sean 10 veces más seguros que un humano, recién entonces el sistema saldrá de la fase de desarrollo y se abrirá al público. Quien lo use hasta entonces tendrá que asumir los riesgos.
Tesla de a poco vá mutando de ser un fabricante automotriz a una empresa de tecnología focalizada en la implementación masiva de utilización de energía solar y automatización del transporte, con un hombre a la cabeza que parece sacado de los cómics de Marvel y que de a poco vá cambiando los paradigmas de cada industria en la que pone el ojo.
Tesla Model S P85D 2016