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Test Drive: Volvo S90 2017

Hace unas semanas le tomamos el pulso al Volvo S90, el flamante buque insignia de la firma sueca, específicamente en su versión Momentum D5, un modelo que con sus peculiaridades, logra imponer su filosofía frente a los consagrados alemanes.

Test Drive: Volvo S90 2017

Volvo siempre ha sido una marca que ha quedado un poco "en la mitad" del segmento premium. Destacándose principalmente por su seguridad y su diseño racional, a los Volvo siempre les ha costado pararse frente a los consagrados alemanes. Sin embargo, con la llegada de la plataforma de arquitectura escalable y haciendo buen uso del capital que le entrega Geely, los suecos han sabido reinventarse por completo. 

Fruto de ello ha sido el nuevo XC90 y el auto que nos convoca, el S90. Ambos productos son parte de un nuevo plan de Volvo, con el que no solo quieren demostrar sus últimos avances en tecnología de vanguardia, sino que hacer evidente su propuesta de auto de lujo. El S90, lanzado globalmente el año pasado y en nuestro país hace unos meses solamente, sucede al S80 como el buque insignia de la marca y son tan radicales los cambios, que no solo el S80, sino que autos como el V40 se perciben obsoletos al lado de esta maravilla de la ingeniería sueca.

Características técnicas y mecánicas

Comparado al anterior S80, este S90 es más largo y más amplio, con 4.9 metros de largo y 2.9 metros de batalla; 10 centímetros más en lo general. En cuanto a sus rivales actuales, solo para ponerlo como referencia también es marginalmente más largo que un Mercedes Clase E.

Con respecto a su diseño, hay un completo abandono del lenguaje anterior, en favor de formas que tienen mayor definición. La gran parrilla cuadrada (ahora con barras verticales) y los hombros altos se mantienen como rasgos clásicos de la marca, pero a estos se suman los vistosos focos frontales, incorporando el llamado "martillo de Thor", que corresponde a una "T" que le da forma al conjunto de iluminación LED. Si bien el frontal es mucho más agresivo que en cualquier Volvo que hayamos visto, hacia la saga es donde nos encontramos con unos ópticos de curioso diseño en forma de C, los que buscan marcar el ancho del auto. Según el acabado (Momentum o Inscription) también se incorporan algunos acentos cromados, diseños para los escapes posteriores y dos tamaños para las llantas. Los acentos cromados claramente le entregan una presencia distinguida y lujosa al S90, pero aun sin estos, el conjunto general es de una muy lograda elegancia clásica, dotada por sus proporciones de capo largo y cola corta.

El Volvo S90 puede ser impulsado con dos ofertas de motor, las cuales corresponden al bencinero T6 de 2 litros supercargado y turbocargado con 320 Hp de potencia y 400 Nm de torque, además del petrolero D5, también de 2 litros, con tecnología Twin Turbo, 235 Hp y 480 Nm de torque, equipado con sistema Powerpulse que elimina el Turbo Lag al inyectar aire presurizado en el múltiple de salida. Ambas plantas corresponden a la generación Drive-E de motores Volvo, muy pequeños y eficientes, de performance similar a unidades más grandes. Se acoplan a una transmisión Geartronic de 8 velocidades y sistema de tracción AWD. Ambas motorizaciones se mantienen muy competentes con respecto a lo que ofertan sus rivales y destacando que rivalizan con unidades de 6 cilindros.

Habitabilidad y confort

El S90 sienta cómodamente a 4 adultos. Un quinto se verá algo incómodo por compartir espacio con el túnel de la transmisión, aunque usualmente es una plaza auxiliar en estos modelos. Se agradece el confort general de los asientos y la amplitud general, así como la visibilidad, fiel a la filosofía practica de Volvo. Su maletero permite cargar 500 litros, menos que en sus rivales alemanes, entre los 520 y 540 litros.

El diseño general del interior es radicalmente opuesto a todo lo que hemos conocido alguna vez sobre un Volvo. Compartiendo bastante con el XC90 y sumándose a las tendencias popularizadas por Peugeot, Mercedes-Benz y principalmente Tesla, las pantallas son el núcleo principal de información y operación dentro del S90. Un sinóptico virtual de 9'' acompaña a la pantalla vertical de 12,3'' del sistema Sensus, donde se concentran los comandos de navegación, climatización, audio y entretención. Este sistema es bastante completo y la interfaz está diseñada de manera muy inteligente, por lo que hay botones que no se extrañan, si bien hay algunos menú que requieren de mayor aprendizaje. Fuera de las pantallas, sorprende de sobremanera la materialidad y la atención a los detalles, la calidad de las piezas de madera en el Inscription y los acabados tipo aluminio cepillado en el Momentum, así como los cueros y la presentación de botones y perillas. Es un salto radical con respecto a las generaciones anteriores de Volvo y aunque parece ser más ostentoso, todo luce muy ordenado.

Como ya mencionamos, nos colocamos al volante de la versión Momentum D5, avaluada en US$55.900 (37.5 millones de pesos aprox.). También se encuentra disponible una versión Momentum T6 (US$53.900) y la tope de línea Inscription T6 (US$62.900). Curiosamente el Volvo es marginalmente más costoso que su competidor más directo, el nuevo Mercedes Clase E (E200, E220 d, E300 Sport AMG, entre los 33-40 millones de pesos), pero las diferencias en precio se las podemos atribuir a sus motorizaciones más potentes y más eficientes, además que muchas de las innovaciones del alemán, son opcionales, lo que pone al Volvo como un rival bastante competitivo, considerando su vasto arsenal tecnológico.

Ya que hablamos de arsenal tecnológico, el Volvo contempla como elementos de seguridad en todas sus versiones Airbags frontales, laterales y de cortina, frenos ABS con EBD y EBA, control dinámico de tracción y estabilidad DSTC, anclajes ISOFIX para sillas de niños, cinturones pirotécnicos y un conjunto de programas y asistencias agrupadas bajo el concepto Intellisafe, donde encontramos radares para la detección de puntos ciegos, trafico cruzado y desvío de carril, iluminación activa que evita los encandilamientos, control crucero activo, reconocimiento de señalética, un paquete de protección ante choques producidos por salidas en la carretera, sistema anti latigazos WHIPS, programa City Safety (frenado de emergencia en ciudad, detección de peatones, ciclistas y animales grandes) y cámara en 360° entre lo más destacado.

Con respecto al confort son muy pocos los detalles que diferencian a ambos niveles de equipamiento. Las diferencias más notables son el color y acabado del interior (negro/aluminio para Momentum, beige/madera para Inscription), cortinas eléctricas, paquete de iluminación interior, el sistema de Head-Up Display, reposacabezas traseros eléctricos, algunos elementos en cuero, vidrios laminados y el sistema de audio Bowers & Wilkins con 19 altavoces, 1 subwoofer montado directo en la carrocería y un amplificador de 1400 watts. En lo general, muchas de estas cosas no se echan de menos en el D5 Momentum ya que de por si está muy equipado, incluyendo lujitos como climatizador de 4 zonas -incluyendo control independiente para las plazas traseras- con filtro activo inteligente (Clean Zone), los modos de manejo, asientos eléctricos con calefacción y el ya mencionado sistema de infoentretenimiento Sensus con navegador y soporte para Smartphones.

Impresión de manejo

Así como el interior, el equipamiento y el diseño general del S90 hablan de un cambio radical en la imagen de Volvo, también hay cambios en su comportamiento dinámico. Sorprende inusualmente la respuesta del propulsor D5 con Powerpulse. La curva de torque es bastante plana y gracias a que también tenemos una caja de cambios de 8 velocidades, siempre podemos disfrutar del generoso empuje de este pequeño motor, el cual se percibe como si fuese más grande. Eso sí, sobre la caja de cambios, es mejor dejarla actuar por sí sola, ya que el modo manual no está muy resuelto y no siempre colabora a la velocidad que deseamos. Promediamos cerca de 20-25 km/l en carretera, en modo normal. Con el modo Eco activado, podríamos incluso haber jugado a superar esa cifra.

Lo segundo que notamos es que el S90 ya no se siente como un Volvo de los antiguos, pesado y poco diligente. La comparación más frecuente, fue con el Audi A6, por su sistema de tracción, dirección, agarre y ligereza. Quizás tampoco encontramos la deportividad y el tacto completo de un Serie 5, pero al final lo que resulta, es un balance bastante singular entre todas las características de sus rivales alemanes.

De toda la experiencia de manejo, hemos estado evadiendo lo más importante y revolucionario que comprende este nuevo S90, el llamado Pilot Assist, que es un sistema de manejo semi-autonomo. Este programa se activa desde el volante y actúa sobre el control crucero adaptativo. Su operación es tan sencilla como setear la distancia mínima a mantener con el auto de enfrente y ajustar la velocidad máxima. Como es un programa semi-autonomo uno está obligado a tener las manos en el volante, por lo que inmediatamente se percibe como el auto maneja prácticamente solo. Este sistema se desactiva cuando no puede leer correctamente las líneas de la carretera o cuando la curva a girar es más pronunciada (el motor que asiste la dirección eléctrica no tiene mucha fuerza, por lo que no es conveniente sacar las manos en las curvas), al igual que cuando sacamos las manos por más de 10 segundos. Sin embargo, lo hicimos para ver como el auto opera de manera automática, sin manos y sin pies, sensación que francamente sorprende por lo muy bien logrado del sistema. El sistema de control crucero se puede combinar con el GPS y las cámaras para que indique en el sinóptico, algunas señales de tránsito de la carretera

Conclusiones

El nuevo S90 de Volvo es un sedán premium que al fin se pone a la altura de BMW, Mercedes-Benz y Audi. Su nuevo diseño tiene una identidad propia muy marcada, que no copia del libro de absolutamente nadie, algo muy difícil de lograr para insertarse como competidor del segmento. Así mismo, los importantes y contundentes avances en tecnología, lo ponen como un rival de temer, conforme BMW y Audi preparan las futuras generaciones del A6 y el Serie 5. Destacamos lo bien logrado del sistema Sensus en su usabilidad, las terminaciones interiores y la agresiva apuesta por motores de 2 litros, eficientes y muy desarrollados. Sumado a un precio bastante razonable y competitivo, se coloca como una alternativa fresca, un auto diferente y de estilo único, para quienes quieran salir de "los mismos de siempre".

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