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Test drive: Audi Q3 2017

La marca premium alemana actualiza su SUV de entrada con nuevo equipamiento extra y un reposicionamiento de su gama. El punto alto sigue siendo su conducción.

Test drive: Audi Q3 2017

Hasta la llegada del nuevo Audi Q2, el Q3 seguirá siendo el SUV de acceso a la marca alemana, un modelo que a nivel mundial acaba de recibir su segundo restyling estético, pero que a Chile no debería llegar hasta el próximo año, por lo que el importador decidió hacer algunos ajustes a la gama y mejoras de equipamiento para darle más competitividad comercial.

Presentado a nivel mundial a mediados de 2011 y lanzado en Chile en agosto de 2012, a Audi le costó encontrarle un espacio al Q3 dentro de un escenario dominado por el BMW X1 y el extinto Mercedes Benz GLK. Pequeños ajustes de gama, la introducción del nuevo motor 1.4 TFSI y de versiones 4x2 le permitieron posicionarse como una alternativa real incluso a hatchbacks como el A3 y el Serie 1.

Hoy, la gama del Audi Q3 está compuesta por cinco versiones, las dos primeras con el motor 1.4 TFSI de 150 Hp y tracción delantera (desde $23.990.000), otras dos con el motor turbodiésel 2.0 TDI de 184 caballos y tracción quattro (desde $27.990.000), y una Q3 Sport con el bloque 2.0 TFSI de 220 caballos y tracción integral ($31.990.000), que además fue nuestra unidad de prueba.

 

Características técnicas y mecánicas

El Audi Q3 se fabrica en España, en la planta de Seat en Martorell, sobre la plataforma PQ35, una base con más de una década de vida que debutara con el Golf 5 en el lejano 2003. En términos de rigidez y seguridad no una mala base para nada. El problema real se encuentra en el peso, bastante mayor que los nuevos modelos que derivan de la plataforma modular MQB.

Nuestro Q3 Sport pesa 1.640 kilos, unos 80 kilos más que un X1 xDrive 25i (la versión similar en potencia), pero casi 150 kilos adicionales respecto de un Mercedes-Benz GLA 250 4Matic, y esa es mucha masa. Mide 4.388 mm de largo, 1.831 mm de ancho, 1.590 mm de alto y tiene 2.603 mm entre ejes. Respecto de un X1 es más corto y bajo, y tiene bastante menos espacio entre ejes. Si lo comparamos con el GLA es más grande en todos los sentidos, pero tampoco lo supera en batalla, lo que de alguna manera define la habitabilidad.

El motor de la versión testeada es un cuatro cilindros, dos litros, con inyección directa y turbo, que eroga 220 caballos de fuerza entre 4.500 y 6.200 rpm, y un par de 350 Nm entre las 1.500 y 4.400 rpm. Este motor va acoplado a una transmisión automática de doble embrague S-Tronic de siete marchas y al sistema de tracción total permanente quattro con diferencial central autoblocante.

 

Confort y habitabilidad

Pese a que es el modelo que tiene la menor distancia entre ejes, el Audi Q3 ofrece un espacio más que razonable para el segmento de los SUV compactos premium.

Las plazas traseras ofrecen un lugar más que respetable para dos adultos, aunque no hay lugar para que entre un tercero, a menos que se sacrifique significativamente la comodidad. Niños sí que caben y de lo más bien. La buena altura del Q3 permite, además, que personas de tamaño normal quepan sin problemas, tanto de largo de piernas como de espacio para la cabeza.

El maletero es bueno, de tamaño, pero con sus 460 litros sólo supera a un GLA, ya que es menor que un X1 y un Evoque.

Se mantiene la buena calidad de los materiales y el nivel constructivo es impecable, con un diseño minimalista y enfocado en la funcionalidad que encanta en todos los Audi. Eso sí, hay elementos como botones y perillas que, si se les compara con los de los nuevos Audi (Q7, A4, TT), se ven extremadamente viejos.

En equipamiento, el Q3 siempre ha pecado de omitir algunos elementos fundamentales a cierto nivel de precios, un problema que marca busca subsanar con las mejoras introducidas a la gama 2017: desde ahora se suma portalón trasero eléctrico, cámara de retroceso, techo panorámico, paquete de iluminación interior e inserciones interiores en piano black.

De serie en todos los Q3 se ofrece seis airbags, control de estabilidad, asistente de luces en carretera, anclajes isofix, hill assist y sensor de retroceso con cámara, entre lo principal. Agrega a eso en confort volante multifunción, control crucero, tapiz de cuero, computador a bordo, climatizador bizona, Audi Drive Select, el Audi Sound System con MMI, portalón eléctrico, llantas de 17 pulgadas y barras en el techo.

La versión tope de gama testeada agrega a eso asientos con ajuste eléctrico, tapiz de cuero/alcantara, luces de xenón, llantas de 18 pulgadas y sunroof de dos piezas, entre lo más destacado. Asimismo, incluye el paquete S-Line, con volante y asientos deportivos con costuras contrastantes, cielo negro, parachoques, parrilla y molduras especiales, y lo más relevante, una suspensión deportiva.

 

Impresión de manejo

Pese a que el Audi Q3 es un SUV viejo en su desarrollo, sigue destacando por su calidad de marcha y su dinamismo conductivo. Si bien es cierto que es pesado en la balanza, se siente ligero y ágil en las maniobras de emergencia, y responde con un aplomo sobresaliente considerando que es un SUV, y que por lo tanto tiene el centro de gravedad elevado.

A diferencia de lo que ocurre con el motor 1.4 TFSI, en el motor más grande no se siente turbolag ya que la aceleración es instantánea y muy contundente. Son 220 caballos de fuerza que se siente empujan con decisión, y si bien el par no es demasiado elevado, se ofrece en un rango amplísimo de casi 3.000 vueltas, con lo que se gana un SUV elástico y muy recuperador.

La transmisión S-Tronic hace el resto: pasos de marcha muy veloces que evitan que hayan caídas de régimen, y que llevan el motor al ritmo de lo que quiere el conductor. Utilice el Audi Drive Select para elegir entre los modos Eficiente, Confort, Dinámico y Automático, y el auto hará el resto. Si quiere ir suave conseguirá rendimientos interesantes (9,1 km/litro en ciudad, 13,5 en carretera), y si quiere ir rápido, lo conseguirá con sólo pisar el pedal.

El Audi Q3 con este paquete Sport es sumamente ágil y aplomado, diría que casi al nivel de un buen sedán. Sin embargo, si se le fuerza en zonas de curva se percibe esa pequeña diferencia que hay con, por ejemplo, un A3. Hay más rolido de carrocería, algo de cabeceo y esa sensación de inestabilidad que es más perceptiva que real, que obliga a levantar el pie aunque sea por convicción más que por necesidad.

La suspensión del 2.0 TFSI es deportiva, por lo que sentirá algo firme y ayudará a enlazar algunas curvas con decisión. Pero también hay un costo para el confort, que no es el de un SUV convencional. Aún así, como buen Audi, todo lo referente a la calidad y confort de marcha está solucionado, con un habitáculo silencioso, una marcha suave y un confort alto en casi todas las circunstancias.

 

Conclusión

Pienso que el Audi Q3 es un buen SUV para quienes no quieren realmente un SUV, sino que buscan el estilo propio de un todoterreno con la dinámica de manejo de un buen sedán.

Por diseño tiene un estilo intermedio entre un más robusto X1 y un deportivo GLA, con un buen espacio interior y una posición de manejo alta y agradable. Ofrece opciones de motor para todos los gustos, con el probado 2.0 TFSI como la elección clara para quienes gustan de la adrenalina, con niveles de consumo bastante contenidos.

Y ahora está mejor equipado desde la base, no habiendo nada realmente que uno extrañe de serie, y con más contenido a medida que se sube en la gama.

No es el más nuevo del segmento (un Evoque y un X1 lo son más), pero es muy recomendable para quienes valoran un andar sobrio, aplomado y gratificante, en un paquete estético que no deja dudas. 

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