El DS 3 fue el primer modelo que lanzó Citroën de su nueva línea de alta gama denominada DS, y a la fecha lleva más de 400 mil unidades vendidas en todo el mundo. Fue un éxito y un buen apronte para el devenir de la que hoy es una marca premium independiente del francés Grupo PSA.
Con el lanzamiento oficial de DS Automobiles, la marca le dio en 2016 un lavado de cara a este modelo, incorporándole al diseño el nuevo estilo de DS, mejorando aquellos materiales que no estaban a la altura, sumando tecnología de conectividad y más equipamiento de serie, y sumando los motores más nuevos y eficientes del grupo.
Este modelo fue recientemente lanzado en Chile, con tres variantes y precios entre $13.490.000 y $15.990.000.
Así, el DS 3 se vende en Chile en versiones PureTech 110, el eficiente motor tricilíndrico 1.2 litros con 110 caballos de fuerza, tanto con caja mecánica como automática, mientras que como versión tope de gama queda por ahora el THP 156 con caja mecánica.
Características técnicas y mecánicas
Digamos que el nuevo DS 3 es un restyling de reposicionamiento del modelo que hasta 2016 se vendió bajo el logo de Citroën.
Eso quiere decir que no hay cambios en materia de construcción y arquitectura. Mide 3.954 mm de largo, que es más o menos lo mismo que un MINI. Tiene 1.715 mm de ancho y 1.458 mm de alto, con 2.464 mm entre los ejes.
La base es la misma del Peugeot 208 y del Citroën C3, una plataforma liviana y eficiente de solo 1.215 kilos de peso, con motor delantero trasversal, suspensión delantera McPherson y un eje trasero independiente, con barras longitudinales y traveseras deformables.
El DS 3 tiene precios entre $13.490.000 y $15.990.000.
El bloque testeado es el cuatro cilindros 1.6 litros desarrollado en conjunto con BMW, que tiene inyección directa de combustible y turbocompresor, que desarrolla 156 caballos de fuerza y 240 Nm de par, disponible entre los 1.750 y los 4.000 rpm.
Este bloque está asociado a una caja mecánica de seis velocidades, ofreciendo una aceleración de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos y una velocidad máxima de 234 km/h. No son cifras de infarto, pero para un compacto que no se vende como “deportivo puro”, son más que gratificantes.
El diseño exterior es lo más nuevo que ofrece este auto en materia mecánica. El frontal DS Wings se añade al modelo, con una parrilla hexagonal verticalizada con el nuevo emblema de la marca, un parachoques rediseñado, y nuevos faros LED y xenón (DS Led Vision).
La silueta mantiene como características únicas el pilar B en forma de aleta de tiburón y las carrocerías bitono, con llantas que en esta versión son negras.
Confort y habitabilidad
El diseño interior del DS 3 también muta para ganar sensación de calidad.
La mayor novedad del nuevo modelo es la incorporación de la tecnología Mirror Screen, que incluye una pantalla táctil de 7” con bluetooth y conectividad a Apple CarPlay y Mirror link, que permite conectar los dispositivos móviles con suma facilidad.
El navegador GPS y la cámara de retroceso también están disponibles en esta variante del DS 3, aunque no en toda la gama.
El diseño general de esta versión es deportiva, con pedalera de aluminio, tapiz de cuero en asientos envolventes, palanca de cambios corta y volante con fondo achatado.
Si bien se mejoraron bastante algunos materiales en las zonas de tacto, la sensación general que nos da el DS 3 es la de un auto muy bien construido más que un auto premium.
Está claro que el foco de la marca está puesto en dos modelos exitosos en Europa, el MINI 3 y el Audi A1, pero queda trabajo por hacer tanto en diseño como en materiales. Reemplazar los botones que también se usan en Citroën y Peugeot sería un buen punto de partida.
La habitabilidad general es acorde con su tamaño, con dos buenas plazas delanteras y dos traseras más estrechas y de acceso ajustado. La posición de manejo es baja y el tablero queda alto, aunque es sumamente cómoda para ganar una sensación de mayor dinamismo. Eso sí, la visibilidad hacia atrás es limitada.
El equipamiento de serie de la gama DS 3 es muy bueno. En seguridad suma seis airbags, frenos ABS con EBD, control de estabilidad, anclajes isofix, luces diurnas y neblineros LED, encendido automático de luces, sensor de lluvia y bluetooth.
En confort y estética agrega llantas de 17”, kit eléctrico completo, computador a bordo, climatizador bizona y la pantalla de 7”.
La versión 1.6 Sport suma a eso sensores delanteros y traseros con cámara, asientos de cuero y calefaccionados, el sistema Mirror Screen con GPS y el paquete de luces DS LED Vision.
Si se le compara con algún rival premium, está sumamente bien equipado considerando el precio. ¿Qué nos falta? Asientos delanteros eléctricos, sunroof o techo panorámico y sistema keyless, pero sus competidores tampoco lo tienen.
Impresión de manejo
Si el objetivo es competir contra marcas premium como Audi y BMW, a DS le queda mucho camino por recorrer en varios ámbitos, aunque quizás menos en el apartado de conducción.
El DS 3 es un buen producto, muy bien ajustado al segmento a donde apunta. Es deportivo, aunque no es tan agresivo como un MINI; es cómodo y seguro de marcha, aunque no tan confortable como un A1.
Este motor no es nuevo, se sabe, pero le cae como anillo al dedo al perfil más lúdico del DS 3. Son 156 caballos y 240 Nm de par, más que suficientes para mover con soltura una masa de sólo 1.215 kilos.
Gracias a la caja mecánica de seis marchas, es posible encontrar buena respuesta tanto en alta como en baja, con una aceleración que puede ser bien agresiva de salida, aunque nunca supondrá movimientos raros o incomodidades en la conducción.
Al tener un enfoque deportivo, el modelo tiene un ajuste de suspensión muy acorde con el tipo de manejo que ofrece: amortigua bastante, pero se sienten los baches e incomodidades del camino. Al revés, copia increíble en curva, con escaso rolido de carrocería, buen balance y mucha sensación de aplomo.
La dirección es precisa, rápida de reacciones y entrega mucha información al conductor, mientras que los frenos muerden una y otra vez, pero no hay que abusar porque al final empiezan a perder efectividad.
Conclusión
Desde su lanzamiento en Chile en 2011, el DS 3 se posicionó como la apuesta “distinta” en el segmento de los modelos premium subcompactos. Su fuerte es el diseño y estilo personalizable, y seguirá siéndolo hasta que la marca lance la segunda generación, mejorando todos los aspectos que lo alejan de las marcas que son su target general.
El andar de este auto es muy bueno, tanto en confort de marcha como en sensación deportiva. Acelera mucho, dobla muy bien y transmite mucha seguridad.
No es amplio por dentro, pero por su enfoque juvenil esto no es problema. Ahora cuenta con mayor conectividad, mucho equipamiento y transmite una mayor sensación premium. Además es económico de uso, con una media de 13 km/litro.
Y el precio es bueno considerando todo esto. No es un MINI, está claro, y tampoco un Audi. Pero para quienes valoran algo más que un logo en el capó, esta seguirá siendo una opción válida.