Siguiendo los pasos de Bentley, Lamborghini, Porsche y Jaguar, Aston Martin tiene planeado entrar al segmento de los súper SUVs para 2019, un anuncio que realizó en el Salón de Ginebra de 2015 cuando presentó el conceptual DBX.
Como parte de estrategia, la marca inglesa ya inició la edificación de las instalaciones donde se dará vida al futuro todoterreno,que mantendría el nombre de DBX. Y en realidad, más que una construcción, la nueva planta ubicada en St Athan (Gales) es una adecuación de tres “Super Hangars”. Según información de la firma británica, esta transformación tendrá un costo de $280 millones de dólares.
Una vez que esta fábrica entre en funcionamiento, Aston Martin creará cerca de 1.000 puestos de trabajo y tendrá una capacidad de producción anual de 7.000 vehículos.
Junto a la producción del DBX, dos modelos aún desconocidos también serán ensamblados en esta nueva planta en 2020 y 2021. Se supone que serán los anunciados sedanes de Lagonda.