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Test drive: Fiat Argo 2018

La marca italiana regresa al segmento de los hatchbaks compactos con un modelo de buen diseño, amplio por dentro y muy conectado.

Test drive: Fiat Argo 2018

No es necesario repasar la larga historia de Fiat para corroborar la fortaleza de la marca en el segmento de autos compactos. Desde el 500 de primera generación, pasando por el 600, el 147, el Uno, el Palio y el Punto, entre los más conocidos por estos lados del mundo, todos ellos le dieron a la marca italiana un posicionamiento muy potente en un segmento de gran volumen.

Pero en este mercado tan dinámico, aquellas marcas que demoran en reaccionar suelen ser castigadas, y mucho de esto le ha ocurrido a Fiat, que desde hace largo rato que no lanza un modelo de pasajeros realmente nuevo. Así, hoy sobrevive con la gama del 500, que sabemos no es realmente masiva, y con el Uno, ya algo viejo y en un segmento mucho más bajo, casi en el de los citycars.

Y así llegamos ahora al Argo, la nueva propuesta de Fiat do Brasil para este segmento, un modelo que cumple con dos de los pilares clásicos de la marca: buen diseño y gran habitabilidad, y que le suma otros muy relevantes para las nuevas generaciones: seguridad y conectividad.

El Fiat Argo 2018 se vende en Chile en dos versiones, con precios de $8.990.000 y $9.490.000, eso sin contar con bonos de financiamiento.

El diseño siempre presente

Como buen Fiat, el Argo ofrece un diseño atractivo a la vista. Es proporcionado, armónico, elegante y moderno, destacando en un segmento que se ha vuelto algo aburrido en el último tiempo.

La marca indica que en este modelo se mantiene el concepto “wrap arround” o contornos envolventes que debutara en la pick-up Toro, y que se define por un capó largo y voluminoso, por guardabarros musculosos, por marcadas líneas de cintura y por grupos ópticos delanteros y traseros que penetran hacia los costados, dando una tenue sensación de movimiento.

Lo más novedoso es la nueva parrilla tridimensional, con el logo destacado al medio, que debutara en el Fiat Tipo europeo (¿llegará este año a Chile?), pero que no habíamos visto en la región.

Este frontal se complementa con los mencionado focos alargados y envolventes, con los parachoques prominentes y los neblineros inferiores, mientras que en la zaga destacan las luces estiradas al estilo Alfa Romeo, un largo spoiler superior y el uso de la palabra Fiat en lugar del tradicional logo rojo, dándole al Argo un carácter moderno y juvenil.

Por dentro hay bastante coherencia estilística, sin grandes excesos y mucha limpieza visual. Destaca un tablero en tres niveles, diferenciados por el tipo de material con el que está construido. Si bien son todos polímeros duros (muy propio del segmento), Fiat juega con las texturas y colores, consiguiendo una bien lograda diferenciación y, sobre todo, una buena calidad percibida.

Lo que más nos gusta en la posición de manejo, ajustable en altura y con gran visibilidad, frente a un volante multifunción de tipo deportivo (recortado en la parte inferior) y con bellos marcadores análogos encerrando un display digital.

Al costado, instalada sobre el tablero resalta una gran pantalla táctil de 7 pulgadas, desde donde se controla el sistema de audio y de información, un elemento que si bien no es único en el segmento, destaca por sobre buena parte de la competencia.

La habitabilidad es su fuerte

Ahora, ¿cómo podríamos definir a un hatchback compacto? Más allá de la silueta o de las cinco puertas (o cuatro más portalón, si se prefiere), en general el tamaño ronda los cuatro metros de largo, con 1,7 metros de ancho y 2,5 metros entre los ejes, ofreciendo entre 250 y 350 litros de capacidad en el maletero.

El Argo encaja perfectamente en este concepto: mide 3,99 metros de largo, 1,72 metros de ancho, 1,50 metros de alto y tiene entre los ejes 2,52 metros, ofreciendo 300 litros exactos en el maletero.

Lo sorprendente es que si uno lo mira por fuera, jamás se imaginaría lo amplio que es en su interior, cumpliendo con una vieja premisa de Fiat que en sus autos cabe todo el mundo, sin importar el tamaño.

La marca indica que hay 2.800 litros de volumen interior, una cifra que no nos dice nada realmente. Pero podemos dar fe que cinco pasajeros entran con bastante holgura, incluso si son adultos (aunque es mejor que al menos uno sea niño).

Las plazas traseras son planas en banqueta y respaldo, el cojinete es muy blando y, además, el túnel central es bajo, permitiendo que cualquier persona se pueda sentar sin problemas en la plaza central, manteniendo el techo y los asientos delanteros bastante lejos de cabeza y piernas.

Si lo comparamos con sus rivales naturales por ventas y posicionamiento, el también brasileño Chevrolet Onix, el mexicano Kia Rio5 o el indio Suzuki Baleno, no creo equivocarme al decir que este es el líder en habitabilidad interior.

Respecto del maletero, no es ni de cerca el más grande, pero a su favor tenemos un diseño cuadriforme y una boca de carga muy ancha, lo que permite utilizarlo de mejor manera.

Full conectividad

Pasando al tema del equipamiento, tenemos que el Argo cumple con holgura los mínimos en conectividad, ofrece lo tradicional en confort y supera a varios competidores en materia de seguridad.

Fiat indica que el Argo utiliza una plataforma modernizada con un muy alto porcentaje de aceros de alta o ultra alta resistencia, lo que lo hace más rígido, seguro y durable que otros modelos del segmento.

La marca lo ofrece en Chile con doble airbag frontal, frenos ABS con distribución electrónica de frenado, anclajes isofix para sillas de niños, cinco cinturones de tres puntas con cinco apoyacabezas, luces diurnas LED y monitor de presión de neumáticos, todo ello de serie. La versión ELX añade sensor con cámara de retroceso y neblineros. Nada sobresaliente, con pocos competidores que ofrezca mucho más que eso.

La conectividad está presente a través del nuevo sistema U-Connect del Grupo FCA, que se controla desde la mencionada pantalla táctil de 7”, e incluye bluetooth, mandos por voz y conectividad a Apple CarPlay y Android Auto. Cuenta con dos puertos USB para carga y transferencia de datos, una toma de corriente de 12v y una entrada auxiliar.

Siempre he dicho que éste es uno de mis sistemas favoritos, no sólo por lo sencillo que resulta la conexión y lo fácil que es de usar, sino porque siempre aporta con algún detallito extra al resto, en este caso, una brújula.

El Argo añade de serie vidrios y espejos eléctricos, cierre centralizado con mando a distancia, aire acondicionado, el mencionado volante multifunción, computador a bordo, entre otros.

Algunos detalles de funcionalidad que nos agradan son las manillas sobre todas las puertas, un elemento que ha ido desapareciendo de los autos quien sabe por qué, y la goma antideslizante que hay en todos los receptáculos y posavasos, detalles que aportan valor en el día a día.

El motor de 100 Hp

El nuevo Fiat Argo monta un bloque de 1.3 litros con 100 Hp y 128 Nm de par, asociado a una caja mecánica de cinco velocidades, con el que la marca homologa 12,7 km/litro en ciudad y casi 20 km/litro en carretera (y que en nuestra prueba nos reportó unos 11 km/litro en ciudad).

El motor no es pujante en absoluto, pero está en la media de lo que ofrece el mercado. Acelera con suavidad desde cero, pero superando las 2.000 rpm empieza a empujar con más decisión, hasta bien entrada las 4.000 rpm, que donde se encuentra el par máximo.

Son aceleraciones progresivas con recuperaciones bastante normales para este tamaño y peso (1.114 kilos). Sin embargo, cuando uno le toma la mano y sabe llevar la marcha en régimen medio, sabrá encontrarle sabor a este Argo.

Destaca lo bien insonorizada de la cabina, un tema siempre molesto en los Fiat de antaño. Hoy podemos disfrutar de un manejo suave y silencioso dentro de velocidades normales.

En cuanto al chasis, aquí están las cosas que menos nos gustaron del Argo: es demasiado blando en todo, en suspensión, en dirección, incluso en la caja de cambios, con marchas que entran sueltas en lugar de engranar de manera seca, como siempre fue en Fiat.

El auto no tiene gran aplomo porque pareciera que va flotando; a contraparte, amortigua bien los lomos de toro y los baches. La dirección no tiene gran tacto e informa poco y nada al conductor de lo que ocurre bajo sus ruedas, y no es posible llevarlo a gran velocidad en curvas porque los bamboleos de carrocería son evidentes.

Está claro que el enfoque está puesto en el confort de marcha y en el uso en ciudad, pero, claro, si analizamos a los competidores, todos parecieran apuntar ahí.

Conclusión

¿Nos gustó el Fiat Argo? Varias cosas sí que nos gustaron. El diseño, por ejemplo, si bien es subjetivo y cada cual tiene sus propias preferencias, me pareció atractivo, moderno y elegante para el segmento. El look interior está muy bien también, aunque no nos gusta que haya tantos espacios disponibles para botones que el auto no tiene. Es como que el auto nos gritara que estamos en una versión de entrada.

Nos gusta el espacio interior, de lo mejor del segmento por lejos. Buena banqueta trasera, blanda y con espacio, y cómodos asientos delanteros, y una posición de maneja fenomenal.

Nos encanta el sistema U-Connect y toda la conectividad que ofrece, y nos parece que está correcto el equipamiento de seguridad que dispone. Porque si bien nos encantaría tener control de estabilidad y más airbags, por 8 millones de pesos nos parece imposible.

Lo que no nos gusta ya lo dijimos: la conducción no es que sea mala, pero ir tan blando no es de mi gusto. Ahora, hay que acostumbrarse a esto, porque salvo el Suzuki Swift y el Ford Fiesta, todos los hatchbacks compactos andan relativamente similar.

¿Tiene el Argo lo que necesita Fiat para competir de nuevo en este segmento? Diría que sí. Es un buen modelo, bien equipado y con un precio más que adecuado.

 

 

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