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Dodge Challenger SRT Hellcat Redeye 2019, hijo del demonio

El anticristo de los muscle cars sube desde el abismo para mantener vivo el legado de su padre, el Challenger Demon. Con los ojos en sangre y 797 Hp bajo el capot, es mejor que te escondas si no tienes lo que se necesita para hacerle frente.

Dodge Challenger SRT Hellcat Redeye 2019, hijo del demonio

Como olvidar al Challenger Demon, prácticamente un drag car legal que se presentó al mundo el año pasado y que solo se creó con el fin de ver el mundo arder. Vetado de la NHRA, con muchas primicias a su haber, elevó al máximo lo que podíamos esperar de un deportivo americano. Afortunadamente para sus rivales y lamentablemente para los fanáticos, la visita del demonio fue limitada y finalmente se despidió, junto a otro icono de Dodge, el legendario y bestial Viper. 

Más sabe el diablo por viejo que por diablo, por lo que, en esta pasada, dejó una criatura que pudiera consolar a sus fieles. Con los ojos en sangre y 797 Hp, es hora de saludar al Hellcat Redeye.

Se toma como base al Hellcat estandar (revisado para el 2018, junto a toda la gama Challenger) y se elevan las prestaciones con algo de la maldad del Demon. El Hemi 6.2 Supercargado también entrega 959 Nm de torque y 326 km/h como velocidad final. En teoría es el V8 de producción más poderoso a la fecha y el muscle car más rápido, pero solo porque papito ya no está.

¿Cómo distinguir al Redeye de un Hellcat sano? Mírale los ojos a los logos Hellcat.

No importa, el Redeye se cuida solo bastante bien. Tiene una caja automática de 8 velocidades, un supercargador de 2.7 litros de capacidad y 14.5 psi de presión, elementos mecánicos reforzados en el motor, inyección de alto flujo, así como mejoras en la lubricación y una segunda bomba de combustible. Si manejaras a toda velocidad, con el pedal a fondo, podrías agotar su estanque en apenas 11 minutos; al maligno no le interesa mucho la economía. Por otro lado, alcanza las 60 millas en 3.4 segundos y el cuarto de milla en 10.8 segundos.

El sistema de reserva de torque, así como el uso del aire acondicionado como mecanismo de enfriamiento para el intercooler, son herencias del Demon, al igual que su agresivo wide bodykit, su capot de doble abertura y las tomas de aire ocultas en los focos. Pero en el fondo, la idea no es hacer un mini Demon, sino que más bien un Hellcat "poseído" por el espíritu del Demon, por lo que su foco, no serán las carreras de piques y por lo mismo, elementos como la suspensión autonivelante y el transbrake, serán trucos exclusivos del super muscle car de 3300 unidades que ya no existe.

¿Su precio? Vender tu alma al diablo, por medio de su cría, tiene un costo, el cual no ha sido mencionado. Lo que sí, es que su producción comenzaría entre septiembre y octubre, en la planta de Ontario. Aun tienes tiempo para confesarte...

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