Ante los embotellamientos de las grandes ciudades del mundo, una de las soluciones de movilidad es dejar las calles y avenidas para aprovechar el cielo por medio de taxis aéreos, siendo una opción ideal para ir del punto A al B rápidamente en las áreas urbanas durante las horas de mayor congestión.
En comparación con los medios de transporte actuales, los taxis voladores ahorran tiempo en viajes de 10 kilómetros o más, con un alcance máximo de hasta 300 kilómetros. Aunque esto parece cosa de ciencia ficción, parece ser real que dentro de unos años este medio de transporte será una solución tangible.
De acuerdo con expertos en la materia, todo indica que las personas de todo el mundo registrarán mil millones de vuelos en taxis aéreos en 2030, una vez que los servicios compartidos también hayan establecido una presencia en rutas fijas por encima de la tierra. Además de ello, la mayoría de esos taxis aéreos podrán operar sin piloto, es decir, de manera autónoma.
Antes de que se llegue a este nivel, todo está listo para que los primeros taxis voladores comiencen a operar en las principales ciudades a partir de 2023, a más tardar. Para lograr este objetivo se están desarrollando una serie de innovaciones que permitan que los costos sean menores a la tecnología aeroespacial convencional, misma que es demasiado costosa, voluminosa y pesada para ser utilizada en taxis voladores autónomos.
Tecnología para volar
Como parte de este desarrollo tecnológico, se están combinando diversos sensores, muchos de los cuales son empleados en los automóviles, como los que se utilizan en la conducción autónoma o en el de control de estabilidad ESP. Al final, esta mezcla de sensores da origen una unidad de control universal.
Básicamente, esta unidad de control universal está diseñada para garantizar la capacidad de determinar la posición de los taxis voladores en todo momento, lo que permite controlarlos con precisión y seguridad. Por ejemplo, los sensores de aceleración y velocidad de giro miden con precisión los movimientos de los vehículos voladores y el ángulo de ataque.
A diferencia de los sistemas de sensores actuales en el sector aeroespacial, algunos de los cuales cuestan decenas de miles o incluso varios cientos de miles de dólares, los desarrollados para los taxis voladores resultan mucho, pero mucho más baratos. Además del costo, los sensores son especialmente pequeños y ligeros, lo que permite a los fabricantes de taxis aéreos instalarlos fácilmente.
Movilidad aérea
Antes de operar con todo su potencial, los taxis aéreos realizarán sus pruebas comenzando en 2020, en las ciudades de Dubai, Los Ángeles, Dallas y Singapur. Posterior a ello, se espera que las operaciones comerciales comiencen en 2023. Aunque al principio los pilotos probablemente estarán a bordo, los aviones ligeros podrían comenzar a volar de forma autónoma -controlados por el personal en tierra- a partir de 2025.
Para entonces, alrededor de 3.000 taxis voladores estarán en funcionamiento en todo el mundo. Esa cantidad aumentará a 12.000 para 2030, con poco menos de 100.000 taxis voladores para el cielo en 2050.