Está de moda esto de revivir viejas glorias de la industria automotora o del automovilismo deportivo. Partiendo por Bugatti hace ya un par de décadas, y en los últimos tiempos con marcas como Brabham, Hispano Suiza, Delage... Y ahora aparece Taraschi.
Puede que esta marca italiana fundada por el corredor de motos y autos Berardo Taraschi no sea tan conocida como las anteriores, ya que sólo se dedicó a producir autos de carrera. Pero para los puristas de las época de oro de la industria italiana, es una marca con un pedigrí maravilloso, especialmente en las categorías de fórmula.
Ahora, Tazio Taraschi, hijo del fundador de la compañía, quiere seguir los pasos de muchos descendientes que han intentado resucitar las empresas de sus antepasados. En este caso el proyecto se ve serio, ya que Taraschi presentará el próximo 7 de octubre en el Museo del Automóvil de Turín (MAUTO) el super deportivo Berardo.
El Taraschi Berardo promete "combinar la tradición del pasado con la tecnología moderna, a través de una mezcla que lo hará único entre los superdeportivos modernos". Salvo por el teaser que adjunta esta nota, no hay más información sobre las características técnicas del auto. ¿Será eléctrico como está siendo la moda?
Un poco de historia
Berardo Tareschi nació en 1915 y desde joven se interesó por la mecánica. Abrió su primer taller con 19 años y a esa misma edad debutó en su primera carrera de motos, mostrando grandes habilidades conductivas y tácticas, y mucha sensibilidad mecánica, consiguiendo varios triunfos nacionales.
Tras la Segunda Guerra Mundial se dedica de lleno a las carreras de autos, y en su taller en Teramo (cerca de Roma) se inicia en la construcción de autos de competencia. En 1947 construye su primer biplaza 750 (llamado Urania) a partir de un FIAT Topolino, siendo considerado el auto a batir en las carreras. Con la segunda generación del Urania aparecida en 1949, Tareschi se consolida como fabricante de cierta importancia, que hizo que grandes fabricantes de componentes le ofrcieran sus suministros.
En los 50 se pasa a la Fórmula 2, nuevamente, con sus propios modelos, y luego a la categoría Sport. En 1953 se diseña en biplaza Champion, de gran éxito en competencias internacionales, lo que le abrió las puertas para llegar a la Fórmula 1, con un monoplaza Giaur, aunque sólo disputó cuatro carreras.
Los últimos esfuerzos fueron en la Fórmula Junior, donde Taraschi desarrolló un monoplaza muy exitoso, con muchas victorias y cientos de unidadex exportadas a Estados Unidos. Llegaron los años 60 y la crisis económica, sumado a la irrupción de la industria británica, lo llevaron a cerrar su negocio en 1961.
Pese a que lo intentó, nunca pudo diseñar y desarrollar un auto de calle. Quizás esta es la oportunidad. Berardo Taraschi falleció en octubre de 1997.