De todos los autos que han hecho su aparición en la saga de Rápidos y Furiosos, y vaya que son muchos, son contados los que son reconocidos por la mayoría de las personas.
Entre esa lista de autos muy reconocibles está el Toyota Supra, el Mitsubishi Eclipse, el Dodge Charger, el Dodge Challenger, el Nissan Skyline GT-R y el Lykan HyperSport de W Motors.
¿Qué tiene de especial?
Aunque este último modelo que protagonizó Rápidos y Furiosos 7, es más recordado por su diseño que por el nombre del modelo y marca, así como el salto que realizó entre tres edificios en Dubái: las famosas torres Etihad.
De hecho, para la producción de la película, el fabricante libanes, produjo 10 automóviles. Nueve de ellos fueron completamente destruidos durante el rodaje y solo uno sobrevivió.
Ahora claro, hablamos de réplicas y no del original. W Motors no iba a dejar que la producción arruinara alguno de los originales, asi que se comprometieron a fabricar 10 clones legítimos, aunque con carrocería de fibra de vidrio, sin las luces llenas de joyas y basados en un Porsche Boxster, pero de plataforma extendida.
Este único sobreviviente será subastado en Estados Unidos el 11 de mayo y se estima que se venda entre 750.000 y 2.5 millones de dólares.
Sobre el Lykan HyperSport (el real)
- Fue el automóvil más caro utilizado hasta la séptima película de Fast and Furious.
- Tenía un precio de 3.4 millones de dólares.
- Mecánicamente funciona con un motor biturbo de 3.7 litros, con 780 hp y 960 Nm, fabricado por RUF. Técnicamente, es un motor Porsche.
- Este poder enviado al eje trasero, le permite ir de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos, cuando la velocidad final es de 395 km/h.
- De las siete unidades fabricadas originalmente, una unidad fue adquirida por la policía de Dubái.
- Aunque el auto nunca saltó del edificio de Dubái, las escenas si fueron reales, grabadas en un estudio en Atlanta y luego montadas digitalmente sobre el footage grabado en Dubái.