Aunque han estado muy callados en Maranello, la posibilidad de que se encuentren trabajando herméticamente en lo que sería el Ferrari Purosangre, todavía es muy latente, así que habrá que continuar siendo pacientes. Mientras, un conocido diseñador nuevamente se puso creativo y nos dejó su última obra.
El talentoso diseñador macedonio, Dejan Hristov, no es muy partícipe de esta espera, así que se puso a hacer lo que mejor le sale: dibujar autos. Y justamente de esos trazos ha cobrado vida, por lo menos en papel, un estilizado modelo de carrocería crossover nombrado Ferrari Simoom. ¿Ferrari? Sí, bueno, debemos aclarar que él decidió utilizar la imagen de la marca para darle identidad a este concepto cuyo nombre hace alusión a los vientos generados en los desiertos de Siria, Palestina o el Sahara, sin embargo, ni el nombre ni el diseño, tienen relación alguna con Ferrari.
De cualquier manera, el diseño es muy propositivo en temas aerodinámicos y estéticos. Se aprecian elementos que, si bien no son oficiales, cumplen la misión de relacionar el diseño con la casa de Maranello, como por ejemplo: los focos LED o el frontal delantero desde donde surgen los trazos laterales, pasos de ruedas con tomas de aire o la silueta del perfil.
Hristov también se tomó la molestia de incorporar llantas de por lo menos 22 pulgadas, tomas de aire en el capó y un par de cámaras colocadas en la parte superior de los postes A, lo cual nos hace pensar que, en su mente creativa, el diseñador concibe esta auto como un modelo electrificado o híbrido, pues también se notan un par de salidas de escape dentro de un prominente difusor, luces traseras muy estilizadas y la ausencia de cristal trasero, aunque en el techo se aprecia una pieza negra, la cual quizás podría ser un panel solar, o quién sabe…
El resultado tiene mucho de las proporciones vistas en los prototipos que corren en el Dakar, que probablemente sean los todo-terrenos más deportivos en el mundo.
Lo interesante del asunto es reconocer estos talentos que emergen de vez en cuando para “hacer ruido” y hacer que algunas marcas salgan de la zona de confort y ¿por qué no? hasta les pidan alguna colaboración o, en el mejor de los casos, los recluten como talento joven.