Desde los inicios de la industria automotriz y durante mucho tiempo, las competencias jugaron un papel fundamental en la percepción de los consumidores. Nada lo ejemplifica mejor que el famoso dicho; “win on sunday, sell on monday” que se traduce literal como: “gana en domingo, vende el lunes” y que siempre sirvió como una clara referencia a que el éxito en las carreras ayudaba a vender más autos.
Todavía mejor, en los inicios, los fabricantes desarrollaban alguna nueva tecnología y de inmediato la probaban en cualquiera de las competencias que terminaron por volverse legendarias como: La Mille Miglia, las 24 Horas de Le Mans, La Carrera Panamericana, el Rally Paris – Dakar, entre muchas otras. Entonces las carreras servían no solo como una manera de ganar exposición, sino también eran el mejor laboratorio de desarrollo y pruebas que podía existir.
Hay innumerable cantidad de innovaciones que nacieron en las carreras, y que hoy son comunes en los autos que manejamos todos los días; los frenos de disco, los sistemas de tracción integral e incluso, los espejos retrovisores son solo algunos de tantísimos ejemplos.
Muchas marcas construyeron su gran parte de su reputación gracias en las competencias, Porsche, Ferrari, Mercedes-Benz y muchas más.
El automovilismo y las ventas hoy
En tiempos recientes se ha vuelto cada vez más difícil cuantificar el impacto que tienen las carreras en la percepción de la gente, es decir, ¿todos esos campeonatos consecutivos de F1 le han ayudado a Mercedes-Benz a vender muchos más de los autos y SUV que ofrece? ¿El que Toyota y Hyundai participen en el WRC les ayuda a vender más de sus modelos estrella; RAV4 y Tucson respectivamente? A ambas preguntas podríamos responder con un rotundo NO.
Está claro que la presencia de las marcas en dichas categorías les genera imagen de marca, pero no hay forma de relacionar eso con las ventas. Más ahora que la gente solo adquiere SUV y la electrificación está ganando terreno rápidamente.
¿Por qué siguen siendo relevantes las carreras para las marcas autos?
En la actualidad hacer transferencia tecnológica de las carreras a los autos de producción es más difícil que antes, porque participar categorías estelares es muy costoso, y en consecuencia las tecnologías desarrolladas son caras y difíciles de implementar a gran escala.
Pero existen categorías en donde las marcas sí están probando constantemente sus tecnologías más recientes, y aunque quizá no tengan el reflector de la F1 o el WRC, son tremendamente importantes para ellas. Por poner uno de los mejores ejemplos, las categorías GT del mundial de resistencia.
El fin de semana tuve la oportunidad de asistir a las 24 Horas de Daytona, siempre lo he dicho y lo vuelvo a sostener, las carreras de resistencia son por mucho más emocionantes y reñidas. En las categorías GTD-Pro y GTD compiten autos muy similares a ciertos deportivos de alto rendimiento que puedes comprar para la calle; Chevrolet Corvette, McLaren 720 S, Lamborghini Huracán, Mercedes-AMG GT y por supuesto el Porsche 911 GT3 que por cierto triunfó en ambas categorías.
El Porsche 911 GT3 R es una versión de competencias virtualmente idéntica al 911 GT3 RS de calle. La versión para carreras cambia algunos paneles de la carrocería como: capó, puertas, techo, por otros de fibra de carbono, las ventanas son de policarbonato, se eliminan del interior todos los elementos de confort, se agregan otros homologados para competencia y el sistema de frenos es más capaz. Por lo demás, el auto es el mismo, el B6 de 4.0 litros es exactamente el mismo que el puedes comprar.
Este auto, el 911 GT3 R, funcionó al tope de rendimiento por 24 horas seguidas y lo que es mejor, en la categoría GT-Pro se dio entre dos de estos ejemplares, el cierre más emocionante que se pueda recordar en mucho tiempo para una competencia tan larga: ambos vehículos entraron a las últimas dos vueltas con menos de un segundo de diferencia. En la penúltima vuelta, el 911 GT3 R No.2 que circulaba en segunda posición logró rebasar al 911 GT3 R No.9, para volver a perder la posición en el último giro luego de una maniobra súper arriesgada y trompear, con lo cual quedó en tercer lugar.
The FINAL moment of this GTD PRO battle, 1:02…🤯👀#IMSA / #Rolex24 / @pfaffmotorsport / @KCMotorgroup pic.twitter.com/PgVbIUr1GM
— #IMSA (@IMSA) February 2, 2022
Para poner en contexto, las 24 horas de Daytona en la categoría GT fueron tanto o más emocionantes que la última carrera de la temporada pasada de F1, solo que durante 24 horas seguidas.
Este nivel de competitividad y exigencia, por supuesto que sirve a las marcas para desarrollar motores más poderosos y confiables, para mejorar el desempeño de los autos que llegan a las calles y seguir desarrollando nuevas tecnologías.
Claro está, que son los autos de ensueño, como los que fabrican: Porsche, Lamborghini, McLaren y Aston Martin, entre otros los que se benefician inmediato de esto, pero no te preocupes, que a tu SUV del diario eventualmente también llegarán muchos de estos adelantos.