Tener un Ferrari es el sueño de prácticamente cualquier persona que guste de los autos. Y claro, es un sueño, porque sólo son accesibles para una muy pequeña parte de la población debido al dinero que se pide por los ejemplares de Maranello.
En los últimos años, los SUV tomaron por asalto la industria, y poco a poco todos los fabricantes han ido virando su cartera de productos hacia esta silueta, y tal es la demanda por los vehículos grandotes, que hasta los fabricantes de superdeportivos tuvieron que rendirse para poder hacerse de sus buenas ganancias.
Este también fue el caso de Ferrari con su Purosangue, que es un SUV pero no reniega de ser superdeportivo, en parte gracias a su inmenso V12 de 6.5 litros aspirado con 715 Hp y 716 Nm de torque, que le permite hacer el 0 a 100 km/h en apenas 3.3 segundos llevando la potencia a sus cuatro ruedas.
¿Cómo se puede mover dinámicamente una silueta que no está pensada para eso? Pues con tecnología.
El Ferrari Purosangue no tiene las barras estabilizadoras tradicionales, sino que opta por una suspensión adaptativa que utiliza motores eléctricos dedicados para controlar el balanceo de la carrocería, aplicando una fuerza sobre los amortiguadores y manteniendo así una estabilidad que quizás sea algo artificial por no ser mecánica, pero no por eso menos efectiva.
Ferrari Purosangue 2024, precio
Vayamos a lo que vinimos. Ferrari acaba de anunciar el precio para su nuevo SUV y no, no es barato. El Ferrari Purosangue 2024 costará en Estados Unidos US$ 398.350, sin contar un impuesto por consumo de gasolina que aún no ha sido especificado, porque esta tarifa depende de la economía de combustible oficial del vehículo, que la EPA aún no ha anunciado.
Lo que tampoco está incluido dentro del precio es el servicio de entrega a destino, que cuesta nada menos que US$ 5.000, uno de los más caros en toda la industria.
Si tomamos en consideración estos factores, estamos hablando de que el Ferrari Purosangue superará holgadamente los US$ 405.000 finales. Todo esto sin considerar que este es el precio del vehículo sin opcionales, algo que raramente ocurre ya que las personas que compran estas unidades suelen equiparlas con pintura personalizada, tapicería especial y accesorios de lujo, que sin problema pueden llevar el valor del vehículo a los US$ 500.000.
Y si llevamos esto a Chile, partamos por agregarle el 19% de IVA, más la generosa utilidad del importador.
