Es sabido que cada vez hay más autos eléctricos en el mundo, pero el continente europeo lidera la transición siendo uno de los mercados que más rápidamente está adoptando la movilidad eléctrica.
Si bien en el Viejo Continente, casi todos los fabricantes de renombre ofrecen EVs, lo cierto es que el mercado está siendo acaparado desde China, y los números demuestran que no es una leve tendencia.
La oficina oficial de estadísticas de Alemania ha revelado que el 28,2% de los vehículos eléctricos importados al país durante el período enero-marzo de 2023 procedían de China. Esta cifra demuestra un aumento sustancial cuando comparamos esta porción de mercado con el 7,8% registrado durante el mismo período en 2022, lo que destaca un crecimiento que se triplicó en apenas un año.
El Autoshow de Shangai se convirtió en uno de los eventos de industria automotriz más importantes del mundo.
Y no sólo con vehículos llega China, sino que actualmente, en Alemania, el 86% de las computadoras personales importadas, el 67,8% de los teléfonos y el 39,2% de las baterías de iones de litio llegan desde China, una curiosa dependencia tecnológica.
China está a toda máquina produciendo vehículos eléctricos. En 2022 exportó a todo el mundo unos 2 millones de EV (cuatro veces más de lo que hacía en 2020) y se espera que para este año esa cifra llegue a las 3 millones de unidades, y no pare de subir en los próximos años.
La fórmula China sigue siendo el precio competitivo, pero en los últimos tiempos han abarcado cada vez más segmentos y la calidad de sus vehículos ha subido considerablemente, al punto que pueden medirse a la par (e incluso muchas veces superar) a su competencia europea y ni hablar de la norteamericana