Al hablar del Citroën Mehari, nos referimos a uno de los modelos icónicos de la industria automotriz francesa, y, porque no, también mundial. Se trata de un todoterreno nacido en un contexto sumamente particular, que trascendió por quebrar varias barreras del mundo de las cuatro ruedas de entonces.
Citroën Mehari: Nacimiento
El nacimiento del Mehari sucedió durante el conocido “Mayo francés”, revolución de los estudiantes franceses contra el poder de turno, bajo la consigna "La imaginación al poder". Justamente, el 16 de mayo de 1968, el modelo fue develado en el campo de golf de la localidad de Deauville, en una presentación en la que se anticipó una de sus principales características: su versatilidad. ¿Cómo? Con la presencia de 20 modelos, vestidas como paisanas, aventureras, bomberas y nadadoras, que, por su vestimenta, se vinculaban a las distintas unidades del Mehari presentes allí.
El nombre Mehari proviene de un dromedario del norte de África, que se destaca por su velocidad, resistencia, capacidad todoterreno, y por ser animal de carga y transporte de humanos. La marca lo eligió para un vehículo que se iba a caracterizar por su adaptación a cualquier terreno.
Citroën Mehari: Características principales
Conocido en un principio como Dyane 6 Mehari y diseñado por Roland de La Poype, se trató de un modelo que podría señalarse como el antecesor de los crossovers actuales, al contar con propiedades de utilitario pero también de vehículo recreativo.
El Mehari innovó en varios aspectos. Por un lado, contaba con una carrocería de plástico ABS (acrílico butadieno estireno), toda una innovación para la época. Por otro, tenía la característica de que se le podía retirar toda la estructura superior a la cintura, y hasta plegar el parabrisas sobre el capot. Un verdadero todoterreno roadster.
Por si todo lo anterior fuera poco, el Mehari ofrecía soluciones de todo tipo: desde la posibilidad de transformar parte del piso en un respaldo (para sumar asientos traseros), hasta cargar tanto elementos de trabajo como tablas de surf, y ser limpiado en un solo manguereo.
Que sea tan versátil no quiere decir que fuese caro, sino al contrario: gracias a que la carrocería estaba compuesta por solo 11 piezas (que además eran fácilmente reparables), el Mehari era fácil de mantener, y económico para sus dueños y dueñas.
En sus casi 20 años de producción, el Mehari contó con solo tres versiones, incluyendo dos ediciones limitadas. En 1979 se presentó la variante 4x4, con capacidad de superar pendientes de hasta 60º. En 1983 llegó el turno de los Mehari Plage y Azur, vendidos únicamente en Europa.
Gracias a sus prestaciones todoterreno, el Mehari formó parte de varias flotas gubernamentales, incluyendo su presencia en el ejército francés, aduanas, aeropuertos y comisarías. También participó de competencias de rally-raid, como la Liège-Dakar-Liège de 1969, e incluso del Paris-Dakar de 1980, donde ofició de vehículo de asistencia. También se destacó en el mundo cinematográfico, formando parte de la película “Le gendarme de Saint Tropez”, de 1964.
Desde el mencionado 1968 y hasta 1987, año en el que culminó su producción, se fabricaron 144.953 unidades del Mehari, la mayoría en Forest, Bélgica.
El Mehari sentó las bases para un histórico modelo chileno fabricado por Citroën en Arica, el entrañable Yagán, del que puedes leer más en esta nota.