La relación entre TAG Heuer y Porsche es bien conocida, especialmente desde la década de los años 60, cuando los relojes HEUER acompañaban a los pilotos de la marca alemana en las categorías más relevantes del automovilismo mundial. Esa relación se sigue manteniendo hasta ahora.
Y es por eso, que el relojero suizo y la marca de Stuttgart presentan el Carrera Chronosprint x Porsche, que llega en versiones acero y oro rosa de 18 quilates. El reloj no sólo continúa la celebración del aniversario del cronógrafo Carrera, sino que también homenajea al Porsche 911, que cumple 60 años en 2023.
El Carrera Chronosprint x Porsche lleva un movimiento automático de nueva generación denominado TH20-08, un cronógrafo creado por Kenissi que ha dado vida a numerosas referencias de TAG Heuer en los últimos años, pero con una interesante y divertida función en donde el reloj simula la aceleración de un 911 y el comportamiento de la aguja en un velocímetro.
Se trata de un detalle sin ninguna función práctica, pero los que amamos los relojes y los autos agradecemos enormemente.
Cuando el cronógrafo se pone en marcha, la manecilla central —el segundero del cronógrafo— comienza su movimiento a gran velocidad, disminuyéndola conforme continúa su rotación hasta completar la vuelta.
Para lograr este efecto, el tren de engranajes del TH20-08 incluye un par de ruedas en forma de caracol que crean el efecto de desaceleración del segundero del cronógrafo. El performance de esta complicación dura 9,1 segundos.
Las ruedas fueron diseñadas y definidas con muy alta precisión y su hechura requirió de proceso LiGA (una combinación de litografía, electroplatinado y moldeado). Carole-Forestier Kasapi directora de desarroll de TAG Heuer, encabezó el desarrolló de esta curiosa complicación.
¿Por qué 9,1 segundos?
Butzy Porsche y el equipo de desarrollo y construcción del Porsche 901, despues conocido como 911.
La complicación nos recuerda que el primer Porsche 901, luego conocido como 911, se tomo ese tiempo en llegar de 0 a 100 km/h y ese tiempo récord fue anunciado en su presentación en el marco del Salón de Frankfurt en 1963.
El reloj se basa en el diseño de “Glassbox” de Tag Heuer, con una caja de 42 mm x 14,9 mm y cristal de zafiro abombado con doble revestimiento antirreflejos que permite una mejor lectura en el borde de la esfera desde cualquier ángulo.
No se trata de una edición limitada, por lo que los precios rondan los US$9.200 dólares para las versiones fabricadas en acero y de US$23.300 dólares para las versiones de oro de 18k.