Un reciente estudio realizado en Estados Unidos reveló una sorprendente preferencia de los consumidores que podría cambiar radicalmente la configuración de los actuales sonidos de los vehículos eléctricos.
De acuerdo a la encuesta, llevada a cabo por la agencia de branding sónico Listen y la empresa de estudios de mercado CloudArmy, se preguntó a más de 400 estadounidenses sobre sus preferencias en cuanto al sonido de los autos eléctricos. El resultado fue claro: la mayoría prefiere que estos vehículos emitan sonidos “tradicionales” en vez del ya habitual zumbido. Dicho elemento sonoro para muchos parece sacado de las películas de ciencia ficción.
Desde la aparición del automóvil, el sonido ha sido un tema relevante para todos los fabricantes. Si bien los motores de combustión interna se han esforzado por equilibrar entre potencia y confort acústico, el desafío con los vehículos eléctricos radica en que su funcionamiento casi silencioso no aporta los mismos matices.
A diferencia de los rugidos de un V8, los motores eléctricos no producen un ruido significativo, lo que ha llevado a la necesidad de incorporar sonidos artificiales para mejorar la seguridad y la experiencia del conductor.
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) intervino en 2018 al imponer que los vehículos eléctricos debían emitir sonidos de advertencia a velocidades de hasta 30 km/h. Esta medida buscaba prevenir accidentes y salvar vidas, proyectando un ahorro significativo en lesiones a peatones. Desde entonces, los fabricantes han experimentado con una variedad de sonidos, desde melodías futuristas hasta tonos que evocan la naturaleza.
Paul Amitai, director ejecutivo de Estrategia de Listen, comenta: “Los consumidores buscan una experiencia de conducción que mantenga una conexión con el pasado, aun en un mundo que avanza hacia la electrificación”. La tendencia es clara: los consumidores prefieren un sonido que, aunque artificial, suene lo más cercano posible a lo que están acostumbrados.
El desafío sigue abierto para los fabricantes, los cuales deberán encontrar un equilibrio entre la funcionalidad y la preferencia del usuario. Mientras los autos eléctricos continúan ganando terreno, la industria debe adaptarse para ofrecer no sólo un rendimiento excepcional, sino también una experiencia auditiva que satisfaga las expectativas de los conductores modernos. Seguramente el sonido del auto eléctrico deberá seguir el camino de los a combustión, y los más veloces y potentes, deberá sonar más fuerte. Si eso se logra, ese podría ser un nuevo paso adelante en transición definitiva a la electromovilidad.