Puede que algunos conozcan y recuerden al Plymouth Prowler o Chrysler Prowler, un hot rod que nació a inicios del nuevo siglo como parte de la era neo-retro que tanto marcó a la industria automotriz en esos años. Sin embargo, desde Suecia, hubo una propuesta muy parecida, aunque claramente con trazos algo más minimalistas, el Volvo T6 Roadster Concept.
En 2005 este auto hizo una aparición sorpresa en el SEMA Show, algo que causó tanto confusión como intriga entre los asistentes de aquel evento, pues nadie esperaba ver un auto de ese estilo viniendo de una marca como Volvo.
Su historia es más que interesante, ya que fue creado por un empleado de aquel entonces de la marca sueca. Leif Tufvesson, fue quien desde 1998 comenzó a armar el auto con piezas restantes o ligeramente dañadas que desechaba una de las plantas de la marca. Dichas piezas fueron moldeadas y adaptadas a mano por Tufvesson con las herramientas considerablemente menos avanzadas que tenía en su garaje en comparación con las que había a su alcance en la fábrica de la marca.
Tufvesson creó la carrocería del auto por su cuenta, usó paneles de aluminio de 0.6” de grosor para ello y se inspiró en modelos clásicos de la marca como los P1800 y PV444 para crear este auto. De igual forma, fabricó por su cuenta los brazos de la suspensión delantera y trasera para hacerlos a la medida de su concepto. Usó algunos insertos de fibra de carbono y hasta tomó el sistema de dirección de un Volvo S80 para modificarlo y adaptarlo a este auto.
También colocó amortiguadores Ohlins de alto desempeño, frenos de disco delanteros de 13” con calipers de seis pistones y el sistema de frenos traseros del Volvo S80. Finalmente, añadió llantas de 20” adelante y de 22” en la parte trasera.
Una vez que comenzó a mostrar avances de su proyecto a ejecutivos de más alto rango, recibió el apoyo de varios de ellos, por lo que le dieron acceso a más piezas e incluso a un S80 que pudo despedazar para usar lo que considerara necesario. Es así que para darle vida a su T6 tomó el motor de dicho sedán.
Ese motor era un V6 de 3.0 litros biturbo de 268 hp. Sin embargo, para Tufvesson no fue suficiente, por ello consiguió algunas piezas más y lo modificó para hacerlo llegar a 300 hp. A él ató una caja automática de 5 marchas y canalizó su poder al eje trasero.
Para el interior también tomó los asientos, el pomo de la palanca de cambios, pedales, instrumentos y otros detalles de un S80, el volante lo tomó de un S60 y lo modificó para darle una apariencia mucho más llamativa.
Una vez que el proyecto se terminó, lo mostró a cuantos ejecutivos pudo, hasta que llegó a los ojos de Anne Belack, Presidente y CEO de la rama Norteamericana de Volvo en 2005, quien no dudó pedir que el concepto fuera enviado a Estados Unidos para exhibirlo en el SEMA Show debido al nivel de detalle y esfuerzo que se había puesto en su creación.
El T6 estaba tan bien hecho que incluso la prestigiada revista estadounidense “Hot Rod Magazine” le otorgó el premio al “Hot Rod del año”.
Tufvesson no fue un ingeniero cualquiera, se unió a Volvo en 1995 como mecánico y rápidamente fue escalando, hasta llegar a ser el encargado del área de desarrollo de la marca, punto en el que comenzó a crear el T6 Roadster.
Poco después el mismo Christian von Koenigsegg, sí el fundador de la marca, le ofreció trabajo y Tufvesson aceptó. Pasó otros seis años en Koenigsegg hasta que decidió dejar la marca para fundar su propia marca de diseño llamada Caresto.