El SEMA Show nos sigue dejando una buena cantidad de preparaciones de distintas marcas que nos hacen soñar con toda una serie de posibilidades. La última de ellas es la creación del Toyota GR86 Rally Legacy, un modelo que rinde homenaje a lo que en su momento lograron los Corolla y Celica de rally.
Además de llevar los icónicos colores de esos modelos (la famosa librea bitono de Castrol), el GR86 también adopta una mecánica más que particular, pues suple el motor bóxer que comparte con su gemelo, el Subaru BRZ, en favor del tren motriz del Toyota GR Corolla.
Eso quiere decir que ahora bajo su capot late un motor turbo de 3 cilindros de 1.6 litros que entrega 304 hp y 370 Nm de torque. De hecho, Toyota declara que no le han hecho más modificaciones para hacerlo más potente, aunque sí lo prepararon y reforzaron en caso de que más adelante quieran añadir turbos más grandes, un mejor intercooler y hasta una nueva ECU que le permitirá modificar muchos de sus parámetros.
Además del motor, también modificaron la bahía del motor y parte de la plataforma para poder acomodar este motor de tres cilindros en línea que se coloca de forma transversal en vez de longitudinal como en el motor original. A este motor también se le adecuó la misma transmisión manual de 6 cambios del GR Corolla y hasta el mismo sistema de tracción integral.
De look, además de llevar los colores de Castrol (sin los logos, por supuesto) se han añadido elementos como neblineros sobre el capot, guardabarros de color rojo, un alerón enorme y se reubicó la salida de escape por el centro del parachoques trasero.
A pesar de lo anterior, Toyota mantuvo una configuración más de asfalto que de tierra, por lo tanto es apenas un poco más alto que un GR86 tradicional y tampoco lleva un trabajo de suspensión para rutas extremas.
Por dentro, se deshicieron de prácticamente todo lo que añadiera peso extra y no tuviera lugar en un auto de carreras. Los asientos se reemplazaron por butacas de competencia y se agregó una jaula antivuelco para mejorar su seguridad y rigidez estructural.
Si bien solo se trata de un ejercicio de diseño, bien podría servir como un laboratorio de pruebas para la siguiente generación de este coupé que pudiera llegar a adoptar un tren motriz propio de Toyota y no uno de Subaru.