
La nota de hoy la voy a empezar con una pregunta: ¿qué tiene que tener un auto para ser considerado un clásico?
Desde mi punto de vista, creo que un clásico debe cumplir algunos requisitos principales: tener 30 años o más, haber marcado una época, ya sea en materia de diseño, motorizaciones, y demás, o haber incorporado algún elemento que ningún otro modelo tenía y que ahora es común.
El caso de la FIAT Barchetta no es la excepción, ya que si bien este año está cumpliendo tres décadas desde su primera aparición, sigue siendo muy atractiva, como seguramente también lo fue en la época; y a continuación, te contamos su historia.
Historia de la FIAT Barchetta
Corría la década de los noventas, y como el Mazda MX-5 Miata comenzaba a ser un éxito, las marcas descubrieron que el público quería eso: convertibles pequeños, relativamente ligeros y con diseños atractivos, por lo que, en 1996 nacieron vehículos muy recordados como los BMW Z3, Mercedes-Benz SLK y el MG F; pero la marca que se anticipó fue FIAT.
En 1995 (en medio de la “época dorada” de la marca), FIAT pateó el tablero con un modelo que quedaría en la historia de la firma: el Barchetta, un convertible de dos plazas y diseño muy interesante, trabajado por Andreas Zapatinas, quien años más tarde dibujó el BMW Z8.
FIAT Scia Concept, modelo en el que se basó la Barchetta
El nombre Barchetta (se pronuncia “baqueta”) significa “barco pequeño” en italiano, y es la definición que se usa para los convertibles de dos plazas en el país de la bota, junto con Spider. El diseño del pequeño FIAT recuerda a un barquito, aunque no tanto como el concept “Scia” en el que está basado, que literalmente parecía una lancha con ruedas.
Estéticamente destacaba por contar con las manillas de puerta al ras de la carrocería, la línea lateral que recorría el largo del vehículo, las formas redondeadas, las luces traseras divididas, y más. El techo era de lona, con una luneta plástica, y se guardaba debajo de una tapa que estaba detrás del habitáculo, aunque también se podía elegir un hardtop con luneta térmica.
Su plataforma era la misma que utilizaba el Punto en aquella época, y la producción se llevó a cabo en principio en la Planta de Maggiora, pero luego de que esta empresa quebró, la actividad se trasladó a Mirafiori.
En materia mecánica, la Barchetta contaba con un motor de 1.8 litros de cuatro cilindros en línea, con 16 válvulas, que entregaba 130 CV y 158 Nm, con el que podía hacer el 0 a 100 km/h en 8,9 segundos y alcanzar una velocidad punta de 200 km/h. Por si te lo preguntás, sí, es el mismo impulsor que utilizaron algunas de las variantes del FIAT Coupé, que fue presentado un año antes.
Si bien se comercializó por diez años, en 2003 tuvo un leve restyling para modernizar su imagen, incluyendo nuevos paragolpes, parrilla, luces, el logo de la marca redondo con fondo azul , y más. Aterrizando este peculiar modelo al mercado automotriz chileno, precisamente éstas fueron las escasas unidades que conocimos en Chile entre los años 2005 y 2006, cuando apenas se comercializaron cuatro y dos unidades respectivamente por parte de SK Automotriz, importador y representante oficial en aquellos años. Se ofrecía en siete colores: Giallo Ginestra (amarillo), Rosso Corsa (rojo), Nero Basic (negro), Blu Saturno (azul marino), Blu Elisir (azul más oscuro), Grigio Shine ( gris plata brillante) y Verde Club
Google Street View nos permitió tener una foto de esta unidad que supo estar mucho tiempo en Puerto Madero
La historia del Barchetta terminó en 2005, con una producción total de 57.521 unidades, y sin un reemplazo directo, al menos hasta 2016, cuando FIAT lanzó el 124 Spider que, paradójicamente, estaba basado en el Mazda MX-5, y no es tan recordado como el descapotable de los años noventa.
Test Drive FIAT Fastback