
Los primeros 100 días del segundo mandato de Donald Trump han sido frenéticos en actividad. Pues bien, en la agenda del mandatario estaodunidense estaba señalado en rojo el 2 de abril pasado como el "Día de la Liberación", puesto que fue una jornada en la que Estados Unidos se liberó de la "dependencia" de productos extranjeros. mediante la implementación de un plan de aranceles (impuestos a los productos importados) recíprocos sobre sus socios comerciales, con el que busca igualar las tasas cobradas por otros países a productos de manufactura estadounidense.
Las consecuencias de ello aún no se vislumbran del todo, pero se habla de que podría ocasionar un reordenamiento global del comercio global y de la economía. Una de las industrias que está empezando a sentir las consecuencias de tal medida, es la automotriz, donde los analistas predicen un futuro muy inestable en materia de precios, lo que traerá como consecuencias a corto plazo la caída en las ventas y un aumento en los precios de los automóviles.
Los analistas cifran en un 15% las caída en las ventas de autos nuevos, mientras que en el peor de los escenarios, es decir traspasando a los consumidores todos los costos en términos impositivos o de aranceles, las ventas podrían llegar a retroceder en un 20%. La aplicación de aranceles redunda en aumento de los costos de fabricación, los que son traspasados al precio de venta de los autos.
Las estimaciones de los analistas indican que las menores alzas debiesen ser del orden de los USD 2.500 a USD 4.500 en modelos como un Jetta, Malibú o Explorer. En vehículos medianos el aumento debiese ser de unos USD 8.500, mientras SUV grandes como BMW X5, Cadillac Escalade o Chevrolet Suburban experimentarían bajas del orden de los USD 12.000, mientras que autos eléctricos como el Mustang Mach-e podrían ver incrementado su valor en USD 15.000.
Actualmente todos están de cabeza calculando qué tan alto será el aumento de los precios de los autos vendidos dentro de territorio norteamericano, mientras ya están advertidos de que cualquier fabricante que importe autos o repuestos a los EE.UU. estará afecto a un gravamen del 25%. Pero hay otra pregunta que siembra temor: ¿estos aranceles serán acumulativos? Muchos se atreven a señalar que sí, lo que vendría a encarecer y complejizar la cadena de suministro automotriz.
El Día de la Liberación puede traer como consecuencias una afectación de las finanzas de los distintos fabricantes presentes en Estados Unidos, un aumento en los costos de producción y terminar perjudicando al consumidor, que tendrá que desembolsar, siempre que su bolsillo lo permita, más dólares por un auto cero kilómetro.