
Mucho se ha escrito acerca de que la electromovilidad no tiene vuelta atrás. Sin embargo, es un secreto a voces, que a muchos su manejo no provoca las emociones comparables con la sonrisa que dibuja la conducción de un automóvil con motor a combustión. Lo anterior queda refrendado por las recientes declaraciones vertidas por el CEO de Renault, Luca de Meo, a Autoexpress en cuanto a que: "La primera camada de autos eléctricos, han sido en su mayoría, electrodomésticos, como lavadoras: algo feos, y sin emociones.
Aun cuando han habido excepciones por diferenciarse en el mercado, lo cierto es que la mayor parte de la oferta de las marcas se decanta por SUV´s con una estética semejante a grandes rasgos, y una conducción que no eleva en demasía nuestros latidos por minuto. Basta con retrotraernos, unos treinta o treinta cinco años atrás, para revisar la oferta de modelos, donde podíamos encontrar en un modelo: variantes sedán, coupé, liftback, station wagon, además de contar con estilos propios diferenciados entre un modelo y otro. Sin duda, representaban la personalidad de su propietario.
La palabras de del máximo directivo de Renault, no sólo dan cuenta de una crítica a la industría, sino que tocan a la misma marca gala, que comenzó su incursión en la electromovilidad con modelos como el Zoe, señalando que actualmente la industria "está en un proceso de aprendizaje".
¿Es posible revertirlo?
Al menos para de Meo, hay una luz al final del camino, que en el caso del Grupo a su mando pasa por el Alpine A110, señalando: "Quizás podamos demostrar que la tecnología de los autos eléctricos puede ser emocionante al volante".
Ahora bien, en el caso europeo, el grueso de los compradores de autos eléctricos, se decantan por uno debido a moda, ahorro o acceso a zonas restringidas, lo que debería poner una luz de atención a una industria que por espacio de décadas ha vendido más emociones que eficiencia o economía de combustible. de Meo lanza la primera piedra y señala que el auto eléctrico necesita reinventarse, que le hace falta más alma.