
El último ejemplar salió de la planta de Saarlouis, Alemania, el pasado 26 de septiembre, cerrando un capítulo que marcó a varias generaciones de entusiastas.
En Norteamérica, el final de sedanes y hatchbacks de Ford fue abrupto. Tras el anuncio en 2018, el Fiesta y el Focus salieron de escena para dejarle todo el protagonismo a los SUV y camionetas. Mientras tanto, en Europa, ambos modelos recibieron una nueva vida, alimentada por el amor histórico que el Viejo Continente ha tenido por los hatchbacks. Sin embargo, ni esa fidelidad fue suficiente para salvarlos.
El Focus ST de cuarta generación, que nunca llegó a nuestro mercado, representó la máxima evolución del concepto. Bajo el capó portaba un bloque 2.3 litros turbo con 276 caballos de fuerza lo ponía al nivel de rivales como el Hyundai Elantra N.
Ford no escatimó en cuestiones de mecánica al otorgarle un diferencial autoblocante electrónico, geometría de suspensión refinada para lograr esa agilidad que siempre lo caracterizó, turbo con sistema anti-lag y la opción de un manual de seis marchas o una automática de siete. Todo envuelto en un diseño mucho más atractivo que el último ST que vimos en América.
El último Focus ST salió en color rojo, según la foto filtrada en Reddit y confirmada por Ford Authority. Tristemente, el cierre de su línea viene acompañado de malas noticias para Saarlouis: la planta terminará toda producción en noviembre y de los 4.500 empleados originales, apenas quedará un millar en labores indefinidas, mientras Ford busca comprador para las instalaciones.
El final resulta aún más desconcertante si consideramos que hay rumores de que Ford planea resucitar los nombres Fiesta y Focus en forma de eléctricos, posiblemente sobre arquitectura Volkswagen. Es decir, sentenció a los hatchbacks a gasolina por “falta de ventas”, pero ahora contempla revivirlos como EVs más caros y con mayor margen de ganancia.
El Focus ST fue, sin exagerar, un deportivo accesible, emocionante y con carácter. Hoy, ese legado se detiene en seco. Y aunque el último ejemplar ya tiene dueño, lo cierto es que en la memoria de los entusiastas quedará como uno de los grandes hot hatch de su tiempo.