
Tras la presentación del Jaguar I-Pace EV en el marco del Salón de Ginebra 2018, este vehículo eléctrico fue tomado por Waymo para crear una flota de robotaxis, modelos que están en circulación en las calles de varias ciudades de Estados Unidos, y que alimentan las investigaciones sobre los sistemas de conducción autónoma realizadas por la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA).
Desde entonces poco hemos sabido de su funcionamiento. Hasta ahora, que un Jaguar I-Pace EV realizó una vuelta en “U” que no estaba permitida, y la Policía de San Bruno, en California, procedió a detenerlo para cursarle una infracción. El problema es que los agentes debieron dejarlo continuar su camino, ya que “en nuestros registros de multas no aparecen los robots”.
Tras el incidente, el departamento de policía se puso en contacto con la filial de Alphabet para reportar el incidente, pero Waymo aseguró que su sistema de conducción autónoma está diseñado para respetar las normas de tránsito. Asimismo, la compañía señaló que “estamos analizando esta situación y nos comprometemos a mejorar la seguridad vial mediante nuestro aprendizaje y experiencia continuos”.
De momento, al no haber conductor, no se puede emitir la infracción, pero eso no exime a este robotaxi de cometer una falta. Si bien es menos peligrosa que muchas maniobras realizadas por los conductores humanos, evidencia un vacío legal, ya que aún no existen protocolos claros para sancionar este tipo de situaciones.