Durante décadas, Volvo y las station wagons fueron prácticamente sinónimos en Estados Unidos. Al mismo tiempo que la marca sueca se consolidaba como un fabricante generalista en ese mercado, sus modelos familiares se convertían en parte del paisaje suburbano, especialmente para quienes crecieron en los años ochenta, noventa y dos mil. Hoy, esa historia entra en su capítulo final.
El Volvo V60 Cross Country, el último station wagon que la marca vende actualmente en Estados Unidos, saldrá de producción en abril de 2026. Los pedidos se cerrarán a finales de enero del próximo año, lo que deja una ventana cada vez más corta para quienes aún buscan un Volvo “long roof” nuevo.

La confirmación llegó casi de manera discreta, al final de un comunicado centrado en otros temas corporativos, como el traslado de la producción del XC60 a territorio estadounidense. Ahí, Volvo fue directa: el gusto del cliente norteamericano se ha inclinado de forma abrumadora hacia los SUV, y eso ha dejado sin espacio comercial a los station wagons. Aun así, la marca anticipa que habrá algunas unidades del V60 Cross Country disponibles en inventario durante algunos meses después del cierre de pedidos.
Más allá de cifras y estrategias, la noticia tiene un peso simbólico. El station wagon o vagoneta de Volvo es un objeto cultural, una silueta que trasciende al mundo del automóvil y conecta con recuerdos familiares, viajes largos y una idea muy específica de seguridad y practicidad. Que desaparezca del catálogo estadounidense marca el fin de una era.

Para los entusiastas, la despedida deja un sabor a oportunidad perdida. Volvo pudo haber cerrado este ciclo con una versión de alto desempeño capaz de competir con modelos como el BMW M5 Touring o el Audi RS 6 Avant, especialmente cuando el propio mercado ha demostrado que todavía existe apetito por familiares de altas prestaciones. No ocurrió, y tampoco sorprende.
Es cierto que Volvo matiza su mensaje al hablar del final de “esta generación” de station, pero el tono general sugiere algo más definitivo. Aun así, las calles estadounidenses seguirán pobladas de Volvo usados, clásicos y relativamente recientes, que mantendrán viva la tradición durante muchos años más.

El V60 Cross Country no solo se despide como un modelo más, sino como el último representante de una filosofía que definió a la marca en Estados Unidos. Para quienes aman las station, el reloj ya está corriendo.