Otra sorpresa para el Salón de Ginebra será el Fiat Grande Punto Abarth, la versión más deportiva del Grande Punto que recupera la marca del escorpión que tradicionalmente ha acompañado a Fiat.
Su motor, un 1.4 turbo gasolina de cuatro cilindros en línea de nada menos que 150 caballos que saldrá a la venta en Europa en septiembre, y se anuncia una versión más potente (180) para más adelante. Las dos versiones están equipadas con cambio manual de seis velocidades.
Utiliza unas llantas de 17 pulgadas con neumáticos 215/45, que con su diseño atrevido son la base de una lograda estética conseguida sin grandes excesos: discretos y cortos faldones laterales, frontal con parrilla de nido de abeja y parte trasera sin apenas decoración.
Además de esta versión de serie, Abarth tiene listo un Grande Punto S2000 para competición en rallies, con un motor de 2.0 litros que en la preparación básica alcanza 270 CV.
Abarth también tendrá disponibles accesorios de carrocería, llantas y otros elementos para distintos modelos de Fiat.
Con el relanzamiento de Abarth se ha modificado ligeramente el escudo de este preparador.
Abarth
Abarth, fue fundada el 15 de abril de 1949 por Carlo Abarth, austriaco nacionalizado italiano, y Armando Scagliarini. En 1971 fue absorbida por Fiat.
Fotografías Grande Punto S2000
La empresa Abarth, dedicada a la competición, empieza corriendo vehículos Cisitalia 1100 a manos de Taruffi, Macchieraldo, y el propio Scagliarini.
Posteriormente y paralelamente a la actividad deportiva, comienzan a desarrollar la que sería la actividad principal de la empresa: la fabricación de tubos de escape especiales, que serían conocidos en el mundo entero a través de su propia marca de autos, y usada en serie por otros fabricantes como Ferrari, Fiat y Ford.
Desde 1949 hasta 1971 la empresa construyó 3,5 millones de escapes para 345 tipos de autos diferentes.
La otra actividad de la marca fue la fabricación de automóviles con prestaciones deportivas, valiéndose de los mejores carroceros de la época, como Zagato, Allemano, Vignale, Bertone, Etc.
Sus modelos basados en plataformas de Fiat 600 se convirtieron en el coche de moda en una época en la que "automóvil sport" era sinónimo de motores de 12 cilindros y de velocidades mayores a los 200 km/h.
Con sus derivados del 600, Abarth llegó a sorprender al mundo entero convirtiéndose en marca campeona del mundo varios años consecutivos, alcanzando récords absolutos de velocidad (algunos aun imbatibles para esas cilindradas) y obteniendo en el año 1965, 1000 victorias en el campeonato europeo de turismos.
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