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Bentley, la marca de origen británico y hoy perteneciente al Grupo Volkswagen presenta una evolución todavía más exclusiva y deportiva de su descapotable, a la cual bautiza como Continental Supersports Convertible. Su venta se iniciará a mediados de 2010. Ta
Se trata del descapotable de cuatro plazas más rápido del mundo, un modelo que con sus 325 km/h de velocidad máxima prácticamente no tiene rival, y que, además, podrá funcionar bien con gasolina o bien con Bioetanol E85. Su precio se estima en 250.000 Euros; vale decir, poco más de US$330.000. Además se comercializará en versión Coupé tradicional.
Estéticamente el Bentley Continental Supersports Convertible se diferencia de sus hermanos GTC y GTC Speed por un frontal con una máscara negra en lugar de cromada y por diversas y grandes tomas de aire tanto en el spoiler como en el capó. Según Bentley mejoran el volumen de aire que refrigera el motor un 10%. En el habitáculo, predominan las tonalidades negras, con detalles en fibra de carbono y piel alcántara. En definitiva, un lujosísimo descapotable de cuatro plazas con el que poder viajar a velocidades endiabladas.
Con el objeto de hacer este palacio rodante con aspecto deportivo algo más ágil, Bentley ha introducido cambios para aligerar el peso en un total de 90 kilos. Aún así, el modelo que hoy presentamos tiene un peso de 2.395 kilos, un tonelaje con el que las reacciones deportivas se ven un tanto comprometidas. Su carrocería de 4,80 metros de longitud y 1,94 metros de ancho, se mueven gracias a su enorme motor 6.0 de 12 cilindros en V.
Con una impresionante cifra de potencia de 630 CV y un poderosísimo par motor de 800 Nm desde 2.000 rpm, el cabrio de cuatro plazas más rápido del mundo es capaz de pasar de 0 a 100 km/h en sólo 4,2 segundos. Además de por su potencia, dicho registro se ha logrado gracias a la revisada caja de cambios automática ZF de seis velocidades y con función secuencial, y gracias al sistema de tracción integral con reparto del par 40/60.
El motor del Continental Supersports tiene un sensor que identifica el combustible que se está utilizando en cada momento; en función de ello cambia su funcionamiento para que la potencia máxima se mantenga siempre en 630 CV.
La razón para utilizar un 15% de gasolina, es que es la cantidad necesaria para conseguir arrancar el motor en frío con mayor facilidad. El etanol requiere tres veces más calor para evaporarse que la gasolina y, por tanto, en un ambiente muy frío la combustión no es posible porque no se llega a evaporar del todo.
Desde el punto de vista de la construcción del motor, el etanol requiere materiales especiales en todo el sistema de conducción del combustible: depósito, bomba tuberías y conexiones, pues es corrosivo. Además, Bentley también ha cambiado el recubrimiento de las válvulas y sus apoyos (que tienen que ser más resistentes) y las bujías.
Para detener un vehículo tan rápido y tan pesado se ha recurrido a unos de los discos más grandes que se han visto, con un diámetro de 420 mm en el eje delantero y de 356 mm en el trasero; y para que dichos discos quepan se han montado unas llantas de 20 pulgadas, calzadas con neumáticos Pirelli de alto rendimiento en medida 275/35 R20. Finalmente, a nivel de suspensiones (CDC de dureza variable), se ha rebajado 10 mm en el eje delantero y 15 mm en el trasero.