Equipado con una mecánica eléctrica que permite una autonomía máxima de 180 km y una aceleración hasta 100 km/h en 10,9 segundos, el Volkswagen E-Bugster ha sido una de las grandes sorpresas del Salón de Detroit 2012. Sobre todo porque se trata de un mercado altamente receptivo a todo lo que tenga que ver con el Beetle, y porque existen altas posibilidades de pasar a la línea de producción.
Precisamente, el prototipo, que es estrictamente biplaza, se basa en la nueva generación del New Beetle, aunque modifica dimensiones en cuanto a ancho (1,83 metros, 30 mm superior) y altura (visiblemente más achatado, cede 86 mm para quedarse en 1,40 metros, al mejor estilo hot-rod).
Como cabe apreciar en las imágenes, la estética también difiere, es más deportiva y atlética fruto de sus enormes llantas de 20 pulgadas (con neumáticos 235/35), sus esquinadas ópticas LED diurnas en forma de de C y otros detalles, como el tapizado de los asientos a juego con el piso interior.
El propulsor eléctrico del E-Bugster libera 115 CV (pesa 80 kg y va situado bajo el capó, en el espacio habitualmente destinado a la mayoría de propulsores térmicos). Se alimenta de una batería de iones de litio ubicada tras los asientos con una capacidad de 28 kWh, recargable en fases de retención y frenada (de forma parcial), pero sobre todo a través de tomas convencionales y rápidas (35 minutos), las últimas a partir de un avanzado dispositivo de carga combinada desarrollado entre BMW, Daimler, Porsche, Ford, GM y, claro está, el grupo Volkswagen.