Aston Martin y James Bond son sinónimos de elegancia y eficacia británicas, no en vano, el agente con licencia para matar suele pasearse sobre uno de estos finos GTs. Ahora, la marca de deportivos reflota el nombre Vanquish para crear su nuevo buque insignia con chasis de aluminio, piel de carbono y un V12 de 6.0L al frente.
El Vanquish original, que se produjo entre 2001 y 2007, fue el Aston Martin de calle más salvaje de la historia, algo que se veía reflejado en su carrocería mucho más atrevida y voluptuosa que la de sus compañeros de gama. Ahora, el nuevo Vanquish llega para recuperar su lugar, ocupado por el DBS, estableciéndose nuevamente como el pináculo de la deportividad dentro de la marca británica, justo por debajo del exótico One-77.
El nuevo Gran Turismo se basa en la actualización de la plataforma de aluminio VH, como la utilizada en el DBS pero mejorada aumentando su rigidez torsional en más del 25%. Sobre el ligero cuerpo se utiliza una piel de fibra de carbono que ayuda a reducir el peso. Además, ahora tiene un baúl decente con 385 litros y la cabina se puede configurar como un dos plazas o un 2+2.
El remate es el V12 de 6.0L colocado en forma central delantera que entrega 565 CV y 620 Nm, convirtiéndolo en el Aston de producción más poderoso después del One-77. La fuerza se descarga por eje posterior mediante una nueva caja automática de 6 velocidades, alcanzando los primeros 100 km/h en 4.1 segundos y una velocidad máxima de 295 km/h, nada mal para un fino GT con un interior suntuoso terminado a mano.
Aston Martin Vanquish