Corría septiembre de 2009 y General Motors Chile iniciaba la comercialización del Cruze, un sedán mediano con aires de coupé y que llegaba con los pergaminos de ofrecer una verdadera revolución en términos de diseño. Una línea arqueada en el techo, un parabrisas de corte abrupto y pilares traseros inclinados llamaban la atención; mucho más si lo comparábamos con su antecesor, el Optra.
Era más ancho y largo que la mayoría de sus competidores, y gracias a la ubicación de sus ruedas en el borde externo de la carrocería, el resultado era imponente. Esto, sumado a un frontal grueso, con una deportiva parrilla tipo panal de abeja, y grandes focos que caían como flechas sobre el parachoques, demostraban que el estilo de su carrocería no era casualidad. Definitivamente, llamaba la atención, y mucho.
En marzo de 2011 llegaría la motorización 2,0 Diesel, pero no sería hasta septiembre de este año que la familia Cruze aumentaría con el arribo de la versión Hatchback 5 puertas. Efectivamente, a diferencia del Optra, que sumó la versión Station, recibíamos una versión más juvenil y funcional con su quinta puerta trasera. Hoy probamos la versión 1,8 litros automática de 140 HP.
Si Usted es uno de los fanáticos del modelo o de la marca, reconocerá que el frontal adopta un nuevo diseño. Posee un marcado corte aerodinámico y hermosas soluciones estéticas en las que se destacan los faros antinieblas, pero manteniendo el parachoques totalmente integrado a la carrocería. Los prominentes pasos de ruedas ofrecen protección a los generosos neumáticos de serie. Estupendas son las llantas deportivas de aleación.
El portalón trasero es muy amplio, y en sus extremos se observan los hombros de la línea de cintura que le otorgan un aspecto macizo. Luz de freno superior, faros integrados, y antinieblas en la zona baja del parachoques se complementa con el espacio para la patente. El espacio interior es "Gigante".
La cabina del Cruze y, en especial su tablero de instrumentos inspirados en el ADN Corvette, logran ofrecer una excelente ambientación, con rasgos muy originales y deportivos. Materiales como el cuero del volante, la goma texturizada, tela, y las siempre funcionales perillas que actúan sobre el aire acondicionado y climatización, otorgan al Cruze5 de uno de los puestos de conducción más sofisticados y agradables del mercado. La radio es tema aparte, es menos intuitiva, y requiere un mayor estudio para conocer todas sus funcionalidades.
Exquisita es la tonalidad del tablero, mezcla de verde y azul. Multiples portaobjetos completan la oferta, destacando la que se encuentra entre las salidad de aire frontal, mismo lugar donde hay una entrada USB. El volante de tres brazos es grueso y con excelente agarre, Bluetooth con control al volante y streaming de audio de por medio.
Vaya que cambia la vida. Si retrocedemos hace sólo una década, momento en que el nicho en Chevrolet lo ocupaban el Astra y el Vectra, podríamos decir que el cambio es abismante. Aunque claro está, dice mucho del nivel de calidad y construcción alcanzado por la industria automotriz coreana.
Los asientos delanteros son muy confortables y anatómicos. Atrás encontramos una banqueta abatible 60/40, techo con una caída suave, dos apoyacabezas, y espacio suficiente para tres adultos. En términos de volumetría, el Cruze5 se ajusta muy bien a los parámetros que dicta su naturaleza más juvenil. Si bien la visibilidad trasera, cuestionable como en la mayoría de los hatchback medianos, podría ser un punto en contra, el sensor de retroceso aparece como una perfecta solución.
La mecánica del Cruze 5 ofrece una interesante mezcla de ingredientes. Motor de 1,8 litros y 140 HP, 176 NM de torque, transmisión automática de 6 velocidades, suspensión seudo-deportiva, frenos de discos en las 4 ruedas, neumáticos 205-60-R16 y una plataforma para girar de modo plano hasta los 190 km/h. Claro está, que con sus 1868 Kg de peso bruto, no es un auto de prestaciones brillantes, más bien lento en sus reacciones, pero pensamos que es lo adecuado para alguien que privilegia la transmisión automática, la comodidad, y el andar tranquilo. Radicalmente opuesto es lo logrado con la motorización diesel 2,0 litros de 161 HP, que al igual que el Chevrolet Orlando Diesel, es dinamita pura.
Al tomar ubicación frente a los mandos, se percibe de inmediato una postura de pilotaje cómoda y envolvente. De de este modo el conductor puede sentir cada movimiento de la plataforma. La columna de dirección y la butaca pueden adaptarse perfectamente a las diferentes contexturas físicas.
El motor de 1,8 litros se comporta a la altura de las circunstancias. Las aceleraciones son largas. La potencia máxima llega a las 6.200 rpm, rango que indica que se trata de un motor que apunta hacia el confort sin sobresaltos. En ciudad logramos 8,7 km/l, mientras que en carretera, 14,1 km/l. La plataforma – provista de control de estabilidad sólo en la versión diesel- se destaca por su excelente comportamiento en curvas y su férreo aplomo en rectas. De los frenos, se ajustan a lo requerido, tanto en distancia como en control de la trayectoria. Se comportan de un modo confiable y potente, no importando el estilo ni los malos hábitos de manejo. Los discos ventilados y el ABS ofrecen un alto nivel de confiabilidad.
En definitiva, un modelo que ofrece lo mejor de la tecnología actual, tanto en seguridad y ergonomía. Si bien su motor no es una bomba deportiva, ofrece la potencia y el torque suficiente para movernos con soltura y comodidad. Su equipamiento de serie es ultra competitivo para un vehículo de $9.090.000. Respecto a su propuesta estilística, pensamos que es adecuada y ajustada a las nuevas tendencias; sólo basta recordar lo hecho por BMW con el X6. Si bien no es proeza fácil convertir un sedán a un hatchback 5 puertas, su zona trasera ha sido bien resuelta; aunque en gustos no hay nada escrito.
Datos claves de la versión testeada
Precio: CL$9.090.000
Origen: Corea del Sur
El motor a gasolina es un 1,8 litros de 140 HP a 6200 rpm, y un torque de 176 NM 3800 rpm
El motor a gasolina se ofrece con transmisiones automática de 6 velocidades
El diseño de la carrocería incorpora el facelift que le entrega un aspecto más deportivo y una
agresiva personalidad
Equipamiento de serie
Doble Airbag frontal
Frenos ABS en las 4 ruedas
Aire acondicionado
Dirección asistida
Alarma
Alzavidrios conductor con sistema "One Touch"
Alzavidrios eléctricos en las 4 puertas
Asiento conductor regulable en altura y profundidad
Bluetooth con control al volante y streaming de audio
Cierre centralizado con comando a distancia integrada en llave
Computador a bordo
Control crucero al volante
Equipo de sonido CD con MP3, USB-IPOD y entrada auxiliar
Equipo de sonido con 4 parlantes y 2 tweeter
Equipo de sonido con control al volante
Volante regulable en altura y profundidad
Volante y palanca de cambios forrados en cuero
Luces de conducción diurna
Neblineros delanteros
Sensor de retroceso
Sunroof eléctrico
Llantas de aleación aro 16
Doble airbag lateral asientos delanteros
Dimensiones y capacidad
Largo: 4510 mm
Ancho: 1790 mm
Alto: 1475 mm
Distancia entre ejes: 2685 mm
Volumen zona de carga: 450 lts
Peso neto: 1365 Kg
Neumáticos: 205-60-R16
Garantía: 5 años 0 120.000 Km
Chevrolet Cruze Hatchback