Después de casi una década aprovechando el éxito que tuvo la primera generación del Cruze, con más de 3,5 millones de unidades comercializadas en todo el mundo, Chevrolet lanza ahora la segunda hornada de su sedán mediano, que desde todo punto de vista luce distinto a su antecesor.
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El nuevo modelo ya no se fabrica en Corea, sino en México, donde tuvimos la ocasión de probarlo, lo que habla de su globalización absoluta. Utiliza una nueva plataforma denominada D2XX, desarrollada por Opel y que también utilizan el nuevo Astra y el eléctrico Volt, que es más amplia, rígida y liviana.
Y hace debutar un motor 1.4 litros turbo, una novedad para la marca y el segmento, acostumbrado a los bloques aspirados.
El problema es que ahora es bastante más caro, y si bien puede justificar este incremento de precios por su nivel de equipamiento, resta convencer a un usuario acostumbrado a ver los Chevrolet en otro segmento de precios.
Características técnicas y mecánicas
La nueva plataforma del Cruze le reportó beneficios en todos los ámbitos. Primero, es un 27% más rígida gracias al uso de aceros de alta resistencia, pero también es 113 kilos más liviano que su antecesor (1.788 kilos).
El nuevo Cruze 2017 mide 4.665 mm de largo, 1.807 mm de ancho, 1.484 mm de alto y tiene 2.700 mm entre ejes. Con estas medidas, es 67 mm más largo, 19 mm más ancho, 7 mm más alto y es 15 mm más largo entre ejes que el Cruze de primera generación.
Con estas nuevas medidas es casi 10 centímetros más grande que el Hyundai Elantra, Mazda 3 y Kia Cerato, pero también supera a Honda Civic y Toyota Corolla.
El chasis incluye ahora suspensión delantera McPherson y trasera multilink, frenos de discos en las cuatro ruedas y dirección con asistencia eléctrica.
Muy novedoso para Chile es el motor 1.4 ecotec Turbo, que eroga 150 Hp y 245 Nm de par, y que está asociado a una caja automática de seis velocidades. La marca indica que el consumo medio es de 15 km/litro, aunque en nuestra prueba realizada en México nos rindió algo por encima de los 12 km/litro.
Sobre el diseño hay mucho que decir: más estilizado y deportivo, con una silueta más fluida, más chapa que vidrio, y musculatura que le da un carácter más agresivo.
Confort y habitabilidad
Uno de los grandes cambios en el Cruze 2017 es la calidad percibida del interior, con una mejora tan evidente que sale de la cola del segmento y se va a la parte alta.
En general se ve bien construido, con terminaciones adecuadas al precio y con buenos materiales en las zonas de tacto. Sin embargo, se siguen encontrando algunos más discretos, especialmente en las partes bajas de las puertas y consola.
El diseño transmite modernidad y mayor tecnología. En el centro del tablero luce una gran pantalla táctil de 8” que carga el sistema MyLink de Chevrolet, que para la marca ha sido el gran gancho publicitario de lanzamiento. Este sistema es compatible con Apple CarPlay y Android Auto, incluye navegador satelital y control del audio.
El equipamiento de la versión tope de gama LTZ es bueno para el segmento, ya que a lo anterior agrega sunroof, climatizador automático, smart key con botón de partida y sistema de encendido remoto, sensor de lluvia, luces automáticas, neblineros, llantas de 17”, luces diurnas LED y sensor de retroceso con cámara.
En materia de seguridad ofrece seis airbags, control de estabilidad, indicador de distancia frontal con alerta de colisión, asistencia para permanencia en carril, sensor de punto ciego y asistencia de estacionamiento automático.
Las versiones altas de los sedanes de este segmento suelen ofrecer mucho equipamiento, pero el Cruze incluye elementos sólo vistos en autos mucho más caros, como el encendido de motor remoto y la alerta de colisión frontal.
Al haber crecido tanto en tamaño, ofrece un habitáculo mucho más amplio y confortable. La marca dice que hay 51 mm de más de espacio para las piernas en las plazas traseras, mientras que el maletero subió de 450 a 460 litros, amplio pero nada que lo distinga del resto.
Impresión de manejo
Vale indicar que nuestra toma de contacto con el Chevrolet Cruze 2017 la realizamos en Ciudad de México con sus 2.400 metros de altura, lo que, obviamente, incidieron en la percepción que tuvimos.
Aun así, creo que el nuevo motor 1.4 es excepcional, porque si bien se notaba un turbolag algo marcado antes de las 1.500 rpm, una vez que encendía el turbo la aceleración y respuesta eran superiores a las esperadas. Pero claro, en altura, el lag inicial se agiganta, por lo que tendemos a suponer que en Chile su respuesta será aún más satisfactoria.
Su mejor faceta se percibe en rangos medios, entre 2.000 y 3.500 rpm, donde hay mucho torque disponible y se siente muy elástico, con una capacidad de recuperación brutal.
La caja automática efectúa las transiciones con total suavidad y encontrando siempre la marcha que entrega la mejor relación entre respuesta y rendimiento. Los consumos, como dijimos, estuvieron entre los 12 y 13 km/litro, lo que nos hace pensar que en Santiago podrían ser aún mejores.
Otra faceta donde este Cruze es mucho mejor que el anterior es en la calidad de marcha, con un habitáculo muy bien insonorizado, primero, y una suspensión que absorbe muy bien los baches e irregularidades. Es cómoda pero no rebotadora, como solía ser la del Cruze anterior.
Como su puesta a punto es hacia el confort, hay cierto rolido de carrocería en zonas de curvas, pero claro, hay que forzarlo mucho como para que esto se haga desagradable.
La dirección es muy buena, pero sólo cuando se va en velocidad. Es rápida y directa, y ofrece bastante información al conductor de lo que ocurre bajo las ruedas. En ciudad, en cambio, se percibe lenta de reacción entre lo que ejecutamos con el volante y lo que hacen las ruedas. Me pareció demasiado artificial.
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Conclusión
El nuevo Chevrolet Cruze 2017 llega a Chile en dos versiones, con precios de $14.990.000 y $15.990.000. Si comparamos los precios hay un alza no menor entre una generación y otra, y eso es un inconveniente para una marca acostumbrada a diferenciarse por precio.
Ahora, si analizamos el producto con detenimiento, nos encontramos con un auto completamente rediseñado, y la forma en que evolucionó nos muestra su gran virtud.
Quizás no en el look, nuevo y moderno, pero todavía menos atractivo que muchos rivales (Mazda3, Civic, Elantra). Tampoco en su apreciable mejora de calidad, donde Chevrolet sigue estando lejos de algunos competidores (Bora, Mazda3, Civic).
Tampoco en su notable equipamiento, líder del segmento, y ni siquiera en su moderno motor 1.4 Turbo, hoy comparable sólo con el 1.5 Turbo del Honda Civic.
Lo mejor del Chevrolet Cruze es que hoy es un auto de otra categoría, más maduro, más elegante en su andar, más preocupado del usuario, más conectado y más seguro. Es un mejor auto en cada pequeño detalle que se quiera analizar, y eso tiene un nuevo valor.
Recomendable por la propuesta general del Cruze.