En Abu Dhabi fue presentado uno de los grandes candidatos para ganar el próximo Campeonato Mundial de Rally: el Citroën C3 WRC 2017, el arma mortal del fabricante galo, que está basado (al menos en lo estético) en la tercera generación del compacto que acaba de lanzarse en Chile.
Después de tres temporadas donde Citroën vio ganar sin contrapeso a su archirrival Volkswagen, y de una última campaña donde ni siquiera se presentó con un equipo oficial, la marca de los chevrones vuelve ahora con el objetivo de reconquistar el sitial ganado de la mano de Sebastien Loeb: ocho títulos de constructores y nueve de pilotos entre 2003 y 2012.
El Citroën C3 WRC se presentó en forma conceptual en el último Salón de París y ahora hace su estreno en el emirato que, además, se confirma como su sponsor principal. La verdad es que no hay grandes cambios estéticos entre ambos ya que el prototipo ya incorporaba los elementos que permite el nuevo reglamento técnico: más largo y ancho, ruedas más grandes y un alerón prominente, entre lo principal.
El objetivo de este cambio de normativa es conseguir autos más rápidos y extremos, para devolverle al WRC parte del espectáculo que fue perdiendo en el tiempo.
El nuevo C3 WRC mide 4,15 metros de largo y 1,88 metros de ancho, cifras superiores respecto del auto de calle y también del anterior DS3 WRC. Con estas medidas marca en la pesa 1.190 kilos (1.350 kilos en orden de marcha).
Bajo el capó se esconde el motor 1.6 litros turbo con 380 caballos de fuerza y 400 Nm de par, que se nutre de una turbina que alcanza 2,5 bares de presión.
Citroën confirmó una plantilla de pilotos de primer nivel, con la dupla británica Kris Meeke/Paul Nagle como líderes de la escuadra, y con Stéphane Lefebvre como escudero. Craig Breen y Sheikh Khalid Al Qassimi también participarán en algunas pruebas del Mundial.
Citroën completará 10.000 kilómetros de pruebas sobre tierra, asfalto y nieve antes de que el C3 WRC debute el próximo mes en el Rally de Montecarlo (19-22 de enero).
Ahí se verá como se desempeña frente a los nuevos Ford Fiesta WRC, ahora con el tricampeón Sebastien Ogier tras el volante, al Hyundai i20 WRC y al Toyota Yaris WRC. Sin embargo, en la marca matizan sus expectativas: quieren ganar carreras este año, pero el objetivo del campeonato queda postergado para 2018.