En su objetivo de comercializar automóviles automatizados en un corto plazo, Audi sigue aprovechando todos los recursos tecnológicos y humanos con los que cuenta NVIDIA, para perfeccionar los complejos sistemas que integran a este tipo de vehículos. Uno de los primeros trabajos de ambas empresas es el Audi Q7 deep learning concept, presentado en esta edición del CES de Las Vegas.
Dentro de las particularidades de este SUV está la orientación por sí mismo mediante una cámara frontal que se comunica con una unidad de procesamiento, la cual, a su vez, controla la dirección con alta precisión.
Asimismo, el software integra redes neuronales desarrolladas específicamente para la conducción autónoma y el reconocimiento de señales dinámicas de control de tráfico. Comenzando con un conductor humano al volante, el Audi Q7 deep learning concept es capaz de familiarizarse con la ruta y los alrededores por medio de la observación y con la ayuda de cámaras de aprendizaje adicionales.
Así, durante la prueba de conducción, el vehículo es capaz de comprender instrucciones como las procedentes de una señal temporal de tráfico, interpretarlas de modo correcto, y actuar tal y como la situación lo requiere. Cuando aparece la correspondiente señal, el concept car inmediatamente cambia la estrategia de conducción y selecciona entre la ruta corta o la larga. Cabe mencionar que el sistema es tan confiable, que puede incluso hacer frente a posibles variables como los cambios del tiempo o las condiciones de luz.
De esta forma, Audi nos demuestra que ha dado un paso más en la perfección de la conducción autónoma, misma que inició en 2005, cuando sus ingenieros con la Universidad de Stanford ganaron el DARPA Grand Challenge.