No obstante que se había solucionado el problema de romperse en mil pedazos, los parabrisas ahora tenían dos obstáculos; el precio y la decoloración de la capa intermedia con el paso del tiempo. Respecto al costo, la solución vino tras la huelga de la Federación de Trabajadores de Vidrio de Estados Unidos de 1937, mientras que el blanqueamiento quedó resuelto en 1938, cuando Carleton Ellis fabricó el butiral de polivinilo, un compuesto químico que evita el decoloración en los cristales.
Un enorme aumento de la seguridad
Fue hasta la década de 1930 cuando los parabrisas laminados se hicieron populares en los automóviles elevando así la seguridad de los pasajeros, ya que no se astilla y es más resistente, aumentando la rigidez estructural del automóvil.
Parabrisas pioneros
Regresando al origen del parabrisas, fue en 1908 cuando Ford inició a ofrecer en el Model T el parabrisas de forma opcional en un paquete que también incluía velocímetro y luces frontales. Sin duda, el costo de $100 dólares era una gran limitante para los consumidores de aquella época, sobre todo teniendo en cuenta que la versión más barata valía $825 dólares ($18,000 dólares actuales). En esta competencia de vender más vehículos, en 1915, Oldsmobile da un paso importante al equipar de serie el parabrisas en todos sus modelos.
Tras la serie de innovaciones antes mencionadas, el primer parabrisas laminado lo montó un Rickenbacker en 1926, dos años después de que Lincoln equipara al Police Flyers, un auto enfocado a los departamentos de policía, con un cristal a prueba de balas de una pulgada de grosor, elaborado con vidrio y policarbonato.
Innovaciones
Otros autos a destacar por sus innovaciones en este rubro, es el Chrysler Airflow Custom Imperial 8 1934 que empleó un parabrisas de una sola pieza con formas curvas. Años más tarde, hizo su aparición el primer parabrisas panorámico en el concepto General Motors LeSabre, que hizo su aparición en 1951. Igualmente, a principios de 1930, Cadillac y Chevrolet comenzaron a diseñar autos con el parabrisas inclinado, para mejorar el diseño y la aerodinámica.
Lo más actual
Con el paso de los años los parabrisas han visto mejoras como el sistema de antiempañamiento o el empleo de cristal ‘Gorilla Glass’ como es el caso del Ford GT. Este último, visible en las pantallas de los smartphones, es más ligero (hasta un 30%), delgado (un 25%) y resistente a los arañazos que el vidrio tradicional. Para su creación son necesarias con muchas capas: una interior reforzada, una intermedia termoplástica absorbente de ruido y un vidrio recocido de capa externa.