El Salón de Ginebra comienza a mostrar sus primeras cartas. Uno de los modelos más esperados por su relevancia comercial es la 4ta generación del Hyundai Santa Fe, modelo que conocemos desde el 2001 y que ha probado ser un importante integrante de la familia Hyundai, en especial si consideramos que prácticamente es el primer SUV fabricado íntegramente por los coreanos, si consideramos que el Galloper y el Terracan tenían fundaciones heredadas de Mitsubishi.
En esta nueva iteración del modelo, los cambios son radicales y se notan inmediatamente al echar un vistazo a su frontal, el que como pueden adivinar, toma bastante del Nexo y el Kona, con el esquema de focos dobles independientes (una tendencia que comenzamos a ver en Citroën)
El interior se describe prácticamente solo al verlo en las fotos. Se mantiene el estilo simétrico, pero con un torpedo más bajo y envolvente, coronado por un sistema multimedia bastante potente, que además de incluir soporte para smartphones, cuenta con cargador inalámbrico y comandos por voz. También podemos notar el nuevo clúster digital con un gran velocímetro, así como el climatizador electrónico con pantalla. Todo apunta a entregar un estilo más premium y que se desmarque de sus rivales, colocándose más cerca de un Mazda CX-5 o de un Honda CR-V que de un Nissan X-Trail.
Novedades en los motores no hay aún, más que ciertas menciones a propulsores de 2 y 2.2 litros, tanto gasolineras como diésel. Lo que si hay nuevo, es una transmisión automática de 8 velocidades y un nuevo sistema de tracción AWD con programas inteligentes, opción que de seguro veremos en las versiones tope de línea.
Por lo demás, habrá que esperar un mes más. Ya no queda mucho para conocer al nuevo Santa Fe de Hyundai.
