El equipo Toro Rosso de Fórmula 1 desveló esta semana en Barcelona el STR13, el monoplaza para 2018 que nació de la colaboración con el fabricante Honda, en la que la escudería dice tener "plena confianza".
"No tendremos problemas este año porque el grupo propulsor funciona bastante bien", señaló el director de la formación, Franz Tost, afirmando que Honda, en problemas desde que regresó a la Fórmula 1 en 2015 con McLaren, "ha progresado en términos de rendimiento y de fiabilidad estos últimos meses".
"Estoy convencido de que Honda tiene la capacidad y el saber hacer para desarrollar el motor que nos permita estar donde queremos", añadió.
La escudería italiana apreció "la colaboración creciente" debido a que será el único equipo de la parrilla equipado con un motor Honda, una decisión que involucró a tres escuderías y cuatro marcas. A cambio de este motor Honda, Toro Rosso permitió la salida de Carlos Sainz a Renault, la casa del rombo manda sus motores a McLaren y el fabricante británico entrega a Honda a la filial de Red Bull.
Toro Rosso cambió a sus dos pilotos en la temporada 2017, por lo que iniciará 2018 con los dos hombres que acabaron el curso, el francés Pierre Gasly y el neozelandés Brendon Hartley.