El éxito de los vehículos eléctricos es innegable, y casi todas las marcas están trabajando fuertemente por engrosar sus filas con modelos con este tipo de propulsiones.
Es el caso de Mercedes-Benz, que comenzará a producir el primer auto eléctrico compacto en su planta de Hambach, Francia. Esta fábrica es la que actualmente utiliza Daimler para fabricar las variantes eléctricas de Smart. Se estima que para el año 2022, Mercedes dispondrá de una decena de modelos eléctricos, tanto sedanes, como SUVs.
Para esto la fábrica francesa recibirá una inversión de €500 millones, cifra que será utilizada para adaptar y remodelar las líneas de producción, además de la ampliación de infraestructura para fabricar este nuevo modelo que se llevará en conjunto con la planta de Rastatt en Alemania.
En septiembre de 2017 Mercedes presentó el modelo EQA, un vehículo compacto equipado con dos motores eléctricos distribuidos en el eje delantero y trasero respectivamente, que tenían la particularidad de desarrollar una potencia de 396 CV, impulsado por una batería modular de 70 kWh capaz de ofrecernos 500 km de autonomía.
Por otra parte, el modelo EQC, el cual figura como el eléctrico de mayor tamaño será fabricado en Bremen a partir del año 2019, en donde compartirá bases de fabricación con el modelo GLC.
Esto es sólo el comienzo y Mercedes-Benz planea adaptar sus fábricas para introducir las variantes eléctricas a la misma línea de producción que sus modelos de combustión, en caso de que la oferta y demanda se vea beneficiada para la marca en algunos años.
Se estima que para el año 2025, entre un 15% y un 25% de las ventas de Mercedes sean vehículos eléctricos, además de que su filial Smart planea también comercializar autos de propulsión eléctrica. En la actualidad Mercedes-Benz fabrica su gama de modelos compactos en varios países, y el año pasado mostró cifras totales de 620.000 unidades producidas en 2017.