La quinta generación del Cherokee, presentada a nivel mundial en el Salón del Automóvil de Nueva York en 2013, ha sido posiblemente uno los modelos más radicales y polémicos en la larga historia del fabricante especializados en vehículos off-road.
Y es que de un cuadriforme y anguloso 4x4 de aspecto robusto y tradicional, se pasó a un moderno y más deportivo SUV. Estaba construido sobre una plataforma monocasco derivada de Fiat y mostraba un frontal que si bien mantenía presente los elementos tradicionales de la marca, proponía un giro en 180 grados en cuanto a diseño, con grupos ópticos divididos en tres, incluyendo una fina línea para luces diurnas, y una parrilla muy curva y afilada.
Un lustro han pasado desde entonces, y mientras FCA prepara el arribo de un Cherokee totalmente nuevo para unos años más, Jeep le alarga la vida comercial a esta generación con una actualización estética presentada globalmente hace unos meses en Nueva York, y que FCA estrena ahora en Latinoamérica en un evento realizado en Cusco (Perú). Un cambio que busca reposicionarlo en un mercado más global, requisito indispensable para todos los modelos de la marca más importante del Grupo FCA.
No es una actualización profunda, ya que las medidas exteriores y la base mecánica del Cherokee se mantienen inalteradas. Pero el trabajo que Jeep hizo en su icónico modelo lo moderniza y mejora lo suficiente como para tomar un lugar más preponderante y coherente dentro de la gama, entre el nuevo Compass y el Grand Cherokee.
Milímetros más o menos debido al nuevo diseño frontal, las medidas exteriores prácticamente no han cambiado en el Cherokee. Mide 4.650 mm de largo (5 mm menos para la versión Trailhawk), 1.859 mm de ancho (1.903 mm), 1.683 mm de alto (1.723 mm) y 2.705 mm entre los ejes (2.719 mm).
Con capacidad para cinco ocupantes, compite por tamaño (aunque no necesariamente por mecánicas y precios) con modelos como el Honda CR-V, Nissan X-Trail, Hyundai Santa Fe y Chevrolet Equinox.
Mantiene la construcción modular de la plataforma CUS-Wide, que se caracteriza por un alto porcentaje de aceros de alta o ultra alta resistencia, ofreciendo mayor rigidez y un peso controlado, y por su mayor anchura de vías para mejorar la experiencia conductiva.
Lo nuevo del Cherokee
La mayor novedad se aprecia en su nuevo diseño frontal, que elimina todos aquellos aspectos radicales que hicieron tan reconocible al Cherokee 2014, alinéandolo decididamente con la familia más premium de la marca, integrada por el Compass y Grand Cherokee.
Los grupos ópticos divididos en tres evolucionan a una sola unidad superior con un neblinero inferior instalado en un parachoques de nuevo diseño. Como novedad, toda la iluminación es LED.
La parrilla pierde su curvatura y se presenta más vertical, mientras que el capó es ahora de aluminio y tiene un diseño más limpio. En términos generales, el Cherokee muestra una cara más refinada.
No se aprecian mayores cambios en la silueta, aunque hay llantas de 17 a 19 pulgadas con nuevo diseño y una tapa del depósito de combustible sin llave.
En la zaga el portalón es nuevo, más ancho y ligero de peso, e incluye la función manos libres. Los grupos ópticos, en tanto, asumen un diseño semejante a los del Compass, incluyendo lo que Jeep denomina Feature Light, una delgada línea de luz que envuelve al resto de las luces.
Si nos vamos a la variante Trailhawk, también muestra un frontal suavizado, un ángulo de ataque mayor (29,9º), nuevos ganchos de remolque rojos, protección de cárter de acero y nuevos neumáticos de 17”.
El habítáculo pareciera no mostrar diferencias estilísticas, sin embargo, la zona central del tablero fue retrasado para ganar más espacio en la consola central para un puerto de carga USB y un espacio perfecto para el teléfono.
Más relevante es el reemplazo de algunos materiales duros al tacto por otros de mayor refinamiento, incluyendo molduras de aluminio, piano black y polímeros blandos.
La consola está mejor orientada al conductor, incluyendo un nuevo cluster digital de 3,5 o 7 pulgadas. Debuta también la nueva generación del sistema de infoentretenimiento U-Connect, que ahora ofrece conectividad a Apple CarPlay y Android Auto, así como navegador GPS con mapas regionales.
Los asientos también fueron rediseñados para generar un mayor ajuste lateral, ofreciendo nuevo tapizado de cuero y, dependiendo de la versión, accionamiento eléctrico, memoria, calefacción y ventilación.
Se incorpora un nuevo techo panorámico de doble cristal con opción de apertura eléctrica, y una cortinilla de accionamiento eléctrico.
En cuanto a la habitabilidad, el Cherokee mantiene su amplio espacio en las plazas traseras, con una nueva banqueta más confortable y abatible en proporción 60:40. La marca indica que gracias a un rediseño interior, el maletero crece un 12% hasta 765 litros de capacidad.
Más tecnología
Jeep destaca que los mayores cambios para este nuevo Cherokee están en la nueva tecnología introducida.
Además del nuevo sistema de infoentretenimiento, que se sostiene en pantallas touch de 7 y 8,4 pulgadas, con funciones por voz, opción de escuchar radios digitales y navegación, destacan las asistencias a la condución, incluyendo el Parksense o estacionamiento automático, con sensores delanteros y traseros y cámara de retroceso.
En materia de seguridad, el nuevo Cherokee incluye control crucero adaptativo, aviso de colisión frontal con freno automático, advertencia de abandono de carril, control electrónico de estabilidad, mitigación electrónica antivuelco, sensor de ángulo ciego, aviso de tráfico cruzado y siete airbags de serie.
Mismos motores
El nuevo Jeep Cherokee arribará a Chile en las próximas semanas equipando los mismos trenes motrices actuales, aunque mejorados, según indica la marca.
De serie en las variantes Sport y Longitude estará el bloque Tigershark de 2.4 litros, mismo del nuevo Compass, que eroga 180 Hp y 242 Nm de par, asociado a la conocida caja automática de nueve marchas.
Jeep indica que el bloque redujo el peso de algunos componentes, mejoró el sistema de admisión y se incorporó un radiador de aceite, todo para mejorar su eficiencia en el consumo y los niveles de ruido.
La transmisión de nueve marchas es la misma del Cherokee actual, pero con un nuevo software para mejorar el refinamiento de la conducción y la eficiencia.
Dependiendo de la variante, este motor podrá asociarse a los sistemas de tracción Active Drive I y II. La primera opera de manera automática, enviando par desde el eje delantero al trasero según los requerimientos de la conducción; la segunda incluye una reductora y el sistema de control Select-Terrain, con cinco ajustes preconfigurados (automático, nieve, deportivo, arena/barro y rocas).
Como tope de gama estará el V6 3.2 litros Pentastar, que eroga 271 Hp y 325 Nm de par, también asociado a la caja automática de nueve velocidades. Dependiendo del paquete, podría asociarse al sistema de tracción Active Drive II o al Active Lock, exclusivo para la variante Trailhawk. Este paquete incluye todas las características reseñadas en el Active Drive II, e incluye un bloqueo del diferencial trasero para una mayor tracción a baja velocidad y en condiciones off-road complicadas.
FCA no ha informado las versiones específicas para cada país, lo que se conocerá recién a fines de este mes, cuando SKBergé lance el modelo en Chile. Pero se prevé que la gama abra con un 2.4 Sport 4x2, continúe con los 2.4 Longitude 4x2 y 4x4, y cierre con un 3.2 Trailhawk 4x4. La versión 3.2 Limited 4x4 hoy a la venta está en evaluación, ya que se pegaría demasiado con el Grand Cherokee.
¿Precios? Sin confirmar, pero serían parecidos a los actuales, entre los 20 y 32 millones de pesos, bien escalado entre Compass y Grand Cherokee. En Chile se venden hoy unas 60 unidades mensuales del modelo, y el objetivo de FCA es que se alcancen los 100 por mes.